martes, 20 de febrero de 2018

Guindos, el himno y… ¡Viva España!

La verdad que van pasando los años y se diría que estuviéramos trazando un nuevo camino a la inversa después de lo que muchos lucharon y otros hicimos lo que buenamente pudimos –algunos hasta seguimos en ello-, para hacer de este país un sitio mejor para vivir. Es como si volviéramos a revivir aquella España de Berlanga, del “Bienvenido Mr. Marshall” o “La escopeta nacional”, de chufla y pandereta o de aquella otra que suponían más allá de los Pirineos en la que todos los españoles éramos toreros y bailábamos por sevillanas.

No, yo no puedo alegrarme de que a tan infausto Ministro de Economía lo hayan nombrado Vicepresidente del BCE. Menos aun cuando nos hemos enterado que el cargo lleva apareado 340.000 eurazos anuales  –más de 50.000.000 de las antiguas pesetas-. Yo no puedo sentirme orgulloso ni como español ni menos todavía como ciudadano de un señor que prometió por activa y por pasiva que aquellos 77.000 millones del rescate a los bancos serían devueltos por estos al erario público y hace solo unos meses el mismísimo Banco de España ha reconocido que da por perdidos más de 60.000 millones que, al fin y al cabo, terminaremos pagando los contribuyentes. Pero claro, para eso está cual magnífico aparato de propaganda y por ello desde Moncloa ya se han apresurado a calificar a Luis de Guindos como el artífice del “milagro económico español”.

Y que conste que no les falta parte de razón por que con Guindos como ministro de economía los ejecutivos de las grandes empresas españolas, en medio de la mayor crisis económica mundial desde la Gran Depresión de la década de los 30 del siglo pasado, han multiplicado sus emolumentos y, en segundo plano, los beneficios de estas, mientras los ciudadanos de a pie, la inmensa mayoría de la población española, han perdido buena parte de su nivel adquisitivo de décadas anteriores, han sido víctimas de las políticas de austeridad de la horda neoliberal encabezada por el ministro y vaticina un futuro poco o nada halagüeño para la mayoría en cuanto a pensiones y servicios públicos se refiere.

Quién iba a pensar que aquel joven Secretario de Estado de Economía en el último gobierno de Aznar, que negó la existencia de una burbuja inmobiliaria que su propio gobierno puso en marcha, después fuera director de la filial española de Lehman Brothers -cuya quiebra representa el paradigma de la crisis financiera-, y haya sido causa y parte de un aumento de los desequilibrios sociales de tal magnitud que ha colocado a España  en la cola de tan lamentable ranking en la OCDE, iba a ser ahora designado como uno de los máximos responsables del Banco Central Europeo. En cualquier caso si de algo podemos estar seguros es que, desde su nuevo cargo, Luis de Guindos  va a seguir siendo el adalid del gran capital y seguirá quedando al margen al resto de los mortales.


Por lo que respecta a lo de Marta Sánchez, vaya por delante mi mayor respecto a la profesionalidad de la artista. Es más, aunque haga tiempo que se le diría alejada de las mieles del éxito, reconozco una cierta admiración por la misma y de reconocimiento a su carrera. Por eso no voy a entrar al hecho en sí de que esta señora haya decidido por su cuenta y riesgo poner letra al himno de España y lo haya cantado en un teatro de la capital. Ni se, ni me importa si lo ha hecho por gusto propio, como una manera de entender el patriotismo o si todo forma parte de una operación de marketing en favor de la artista. Tampoco voy a entrar en la manida cuestión sobre si Marta Sánchez reside en Miami o no tributa en España pero lo que si me ha llamado la atención ha sido la reacción de algunos representantes de la nómina política ante el hecho.

Lo que no debiera considerarse más que una mera anécdota ha puesto una vez más de relieve esa enconada batalla entre PP y Ciudadanos para atribuirse cada uno para sí las mayores dotes de españolidad. A ver quién de los dos es más patriota o a ver quién de los dos es el que la tiene más grande, por recordar los versos de Serrat. Un auténtico esperpento al que ha querido sumarse hasta el presidente de la Federación Española de Fútbol quien ha insinuado que tan oficiosa copla podría escucharse en la próxima Final de Copa, como si de la edición ibérica de la Super Bowl se tratara.

Francamente que ante la situación política en España con un gobierno asolado por la corrupción que no gobierna, una oposición que ve truncada cualquier iniciativa parlamentaria, una probada incapacidad para sumar mayorías a uno u otro lado al margen de la lógica bipartidista PP/PSOE y con Cataluña, la región más desarrollada de España, paralizada desde hace años por la judicialización de una cuestión política por meros intereses partidarios, se diría que nuestros representantes políticos  se hayan más preocupados que nunca por tratar todos los asuntos en clave electoral, sumidos en un interregno permanente, al acecho de sacar tajada de un nuevo despropósito, un quítame allá esas pajas o cualquier episodio baladí de la farándula nacional.

6 comentarios:

  1. Lo de España es muy triste en general, por un lado por esa enconada proyección de las prioridades del capital por encima de la población y por otro lado por la cantidad de ruido y nubes de humo que siembran por el camino para que al final nadie haga nada. El país no ha mejorado en competitividad ni en calidad de vida, sino en precariedad, sueldos malos, condiciones peores, recortes... pero claro, si las élites viven mejor, no podemos quejarnos. Somos ganado, esclavos, y luchamos y morimos para que esas élites prosperen.

    Decía uno de los personajes de la película de Free State of Jones, basada en la independencia del condado de Jones en la guerra civil americana, que "todos somos el negro de otro en algún momento", entendida la frase en el contexto de la esclavitud de los campos de algodón. Existimos porque nos necesitan para vender productos, sino hace tiempo que estaríamos criando gusanos.

    En cuanto a la canción, es otro ejemplo de cuestiones que no merecerían más de dos renglones en un periódico, pero que ganan una tracción disparatada porque de algo hay que hablar, y a ser posible que no sea nada serio. Sigamos felicitándonos de ser unos inútiles y unos conformistas que están empeñando el futuro, que podremos cantar el himno con sobrada intensidad, a falta de alimento y cobijo, en un invierno de esos muy fríos que prometen los científicos para las próximas décadas...

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    1. Lamentable es así Óscar, estamos viviendo una época en la que el concepto de ser humano ha quedado en desuso en beneficio del capital. En el mejor de los casos personas a la que poder sacar rendimiento de uno u otro modo. Y, por si acaso, cuanto menos se sepa, menos se hable, menos se vea... mejor. Pero de eso, hablaremos otro día.

      Un saludo.

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  2. Si , si pero solución SOLO hay una y esta en manos de la ciudadanía , otra cosa es que parte de esa ciudadanía o no se entera o no quiere enterarse . Saludos

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    1. Sin duda. Lo que... es difícil de explicar, es el grado de... como se ha conseguido y se han dejado "idiotizar" tanta gente que se quejan y quejan sin cesar en las barras de los bares pero cuando se les pide que salgan a la calle miran a otro lado. No se, las artimañas del poder son de sobra conocidas pero a lo largo de la historia siempre ha terminado rebelándose la ciudadanía de uno u otro modo y así se han ido logrando las conquistas sociales. Quizá la única explicación que puedo darle a tal grado de sumisión es que al tener las necesidades básicas cubiertas las personas se acomodan y "virgencita, virgencita que me quede como estoy..."

      En fin, seguiremos hablando de ello.

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con vosotros. La solución está en manos de los ciudadanos. Las élites lo saben y por eso tratan de evitar que los ciudadanos piensen.Nunca el proceso alienación ha sido tan intenso.

    Un saludo

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  4. He intentado ponerme en contacto contigo por correo electrónico, pero no lo he conseguido.
    Mi correo es jluigon35@gmail.com.
    En el correo que te escribia te daba las gracias por tu recuerdo y te pedía más detalles.
    Un saludo

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