(Moshe Dayan, politico y militar israelí, 1915-1981)
Esta frase del conocido militar hebreo pronunciadas en 1947 a modo de arenga en el Technion, el Instituto Tecnológico de Israel, ejemplariza de forma bastante explicita lo que acabaría siendo el genocidio palestino. Más de siete décadas después de aquello, quizá no habremos vuelto a contemplar en los últimos años mayor gesto de obscenidad en la política que el de la reciente inauguración de la nueva embajada de EE.UU. en Jerusalén en medio de todo tipo de celebraciones y agasajos mientras a solo un centenar de kilómetros el ejército israelí reprimía a tiros y con sospechas incluso de otros alardes, las manifestaciones del pueblo palestino organizadas en contra de dicho acto y por los 70 años de ocupación de sus tierras. El resultado: más de un centenar palestinos muertos y más de un millar de heridos. Una vez más munición de guerra contra palos y piedras y con la impunidad manifiesta que caracterizan hechos como éste al estado de Israel...
Buenas tardes, Felipe:
ResponderEliminarSolo puedo decir que estoy de acuerdo con tu anális. Trump una vez más ha puesto de manifiesto su sinsentido, aumentando la dificultad de alcanzar la paz en la zona.
Un saludo