Juan Rosell |
En “59 segundos”, el programa de debate de los miércoles en La 1-, Rosell casi se encogía de hombros a la pregunta sobre si no entendía que para haber empleo lo que tiene haber primero es consumo y por consiguiente demanda mientras que si solo se promueve la precariedad salarial, recortes y austeridad será imposible que dicho consumo aumente. Es más, lo más lógico y es lo que viene sucediendo en toda Europa, desde que hace cuatro años que se desatara la crisis, es que tales medidas lo único que esten acarreando es más y más desempleo. “Compaginar eso es muy difícil, pero hay que hacerlo”, fue su escueta respuesta sin más.
Según la wiki, Rosell estudió ingeniera industrial y posteriormente Ciencias Políticas y, es de suponer que, si además es o era consejero en Criteria Caixa Corp. hasta el pasado año, este buen hombre ha debido de estudiar y estudiar mucho para llegar a donde ha llegado. ¿Cómo es posible entonces repetir, una y otra vez, tal género de sandeces? Propuestas que por otra parte van, perfectamente, en línea con las tomadas por la U.E. desde el principio de la crisis con nefastos resultados para la clase trabajadora, autónomos y pequeños empresarios. Luego, solo queda pensar que o bien toda la clase política y afines que dirigen los destinos de los ciudadanos europeos son presas de algún tipo de enfermedad que les ha conducido a una extraña forma de locura colectiva –lo que resulta harto dudoso-, o simplemente estamos ante una cuestión meramente ideológica que no persigue otra cosa que la aniquilación de este modelo de sociedad y la irrupción de otro en el que una minoritaria clase dominante mantenga sometida al resto de la humanidad.
Para muchos comer es un derecho, para otros es un lujo. Yo digo que a esta gentuza que nos gobierna les vendría bien una semanita en pleno cuerno de África, sin ayuda de europeos, solo conviviendo con los aborígenes para sobrevivir. Se iban a enterar.
ResponderEliminarEs cierto. Por desgracia a los políticos se les olvida, una vez que llegan a la carrera política y especialmente si alcanzan algún cargo de relevancia, su condición de mortales y se les olvida su pasado como gente "de a pie". ¿Qué les darán?
ResponderEliminarEstar en esos puestos tiene un precio, una renuncia "simbólica". Dejan atrás sentimientos y lógica, se centran en billetes de colores. No importa que una marabunta de gente hambrienta luche por un trozo de pan; ellos tienen comida de sobra y son felices.
ResponderEliminarSin embargo, me dan pena. Pena porque su obra perdurará en el tiempo y, en el futuro, serán recordados como nefastos dirigentes, con estrechez de miras y escasas capacidades de gestión racional. Quizá, incluso, como criminales.
Un saludo.
Gracias por entrar en este blog Elemento Cero. Tienes razón, quizá si algún día la misma sociedad -el caso Islandia-, se movilizará de una forma responsable y castigara de alguna manera toda esta serie de desatinos podríamos aspirar a un mundo mejor. En alguna ocasión he comentado que la utopía será inalcanzable, pero si perdemos esa mira...
ResponderEliminarSaludos y gracias por vuestros comentarios.
No hay de qué. Me he topado con un blog interesante, cuidado, y en el que se tratan temas desde un punto de vista que comparto. Por comentarios suyos que he leído en otros blogs, no me cabe duda de que sabe de lo que habla, y eso es muy importante.
ResponderEliminarSeguramente me verá por aquí en más de una ocasión.
Un saludo.
Excelente artículo. 100% de acuerdo.
ResponderEliminarSalud!!!