lunes, 26 de diciembre de 2011

El manifestante del año

La revista “Time” ha elegido como personaje del año 2011 la figura del “manifestante”, ejemplarizada en la primavera árabe y el movimiento de los indignados en todo el mundo iniciado en Madrid el 15 de Mayo pasado. Sin duda todo un acontecimiento que por variadas razones se echaba de menos de la esfera social en los últimos tiempos.

Absolutamente justificados ambos procesos, hay que diferenciar claramente dos circunstancias que aunque han quedado yuxtapuestas en el tiempo tienen claras diferenciaciones entre si pero que, en uno u otro caso, la industria mediática ha pretendido obviar en virtud de otros intereses. En el caso de la primavera árabe han sido los deseos de libertad y democracia los que han arrojado y siguen arrojando a la calle –a pesar de sus dolorosas consecuencias -, a decenas de miles personas a lo largo de todo el Magreb y el Oriente Medio. Sin embargo poco o nada se ha explicitado desde los grandes medios de las prolongadas, excelentes y hasta pomposas relaciones que las democracias occidentales habían mantenido –y siguen manteniendo como es el caso de Arabia Saudí-, con toda esta serie de sátrapas que someten a sus respectivos pueblos  desde hace décadas. Todo ello consecuencia del suculento negocio del petróleo y de las inversiones de estos en la industria financiera.

El caso del Movimiento 15M y “los indignados”, que se ha extrapolado a la mayor parte del mundo desarrollado, es otra consecuencia del paupérrimo nivel de calidad de la clase política, alejada por completo de la realidad diaria y enfrascada en contentar a unas élites que han hecho de la avaricia y codicia sin límites su bandera, a costa del sacrificio del pueblo. Una vez más los grandes medios de comunicación, salvo honrosas excepciones, han pretendido desvirtuar el Movimiento, a pesar de contar con las simpatías de la mayor parte de la población, mediante su menosprecio y descalificación con la clara intención de evitar el contagio a las masas populares ante la crítica situación provocada por la desazón de la crisis y por lo perjudicial que pudiera resultar para sus intereses de clase. Hace tiempo que los medios, en manos de empresas que poco o nada tienen que ver con la función del periodismo, se alejaron de los cometidos para los que fueron instituidos, de ahí que o bien se les soslaye o simplemente se les desprestigie críticamente.

Pero tantos unos como otros siguen adelante y vemos por una parte como hay hombres y mujeres que mueren cada día por su libertad allende de nuestros mares, sin que la comunidad internacional haga algo relevante que pare de una vez las matanzas y por otra, los que estamos inmersos en ello, sabemos que los indignados de todo el mundo no cejan en sus asambleas y continuas propuestas.

Esta mención del “Time” casi ha pasado desapercibida por los citados medios de comunicación y, en todo caso, no se le ha dado la relevancia que debiera debido a los consabidos intereses de parte pero, como quiera que seguiremos apostando por los mismos y la clase política siga obviándolos de la misma manera, las circunstancias actuales podrán acabar provocando que lo que fueron movimientos pacíficos terminen convirtiéndose en revueltas cada vez más violentas a las que poner freno costará mucha sangre y lágrimas. Y solo habrá una parte responsable de ello, esa clase política que no quiso ver que el sufrimiento de muchos no puede alimentar el ego de unos pocos.

9 comentarios:

  1. Todavía los movimientos de protesta son mínimos. Tienen que duplicarse en todas partes, si no protestamos ahora, cada vez será más difícil desalojar a los avaros del poder.

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  2. Cierto, pero esperemos que sea el propio devenir de los acontecimiento -previsiblemente nefastos, sin duda-, lo que empuje a la gente hacer público su malestar más allá de la barra del bar o del salón de su casa. Y que sea lo más pronto posible.
    Un saludo.

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  3. Me alegra volver a conversar con vosotros. Estoy de acuerdo con que los movimientos de protesta son aún pocos. Para mí es dificil entender como a pesar de un tal elevado porcentaje de parados y un número considerable de hogares ninguno de cuyos miembros trabaja no pasa nada, nadie protesta. Sin duda debe -seguro que sí- haber una razón, pero ... Deseo con todas mis fuerzas, que esra situación conduzca a algún tipo de cambio.
    Un saludo

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  4. Claro que te echábamos de menos Juliana Luisa. Felices Fiestas y espero poder hacer pronto lo mismo con un nuevo artículo tuyo.

    Con respecto a tu comentario, es lógico que sea dificil comprender como ante la situación en que nos encontramos la gente no se eche mayoritariamente a la calle. Como intento argumentar en el artículo, entiendo que los medios de comunicación al no ejercer ya como cuarto poder sino que realmente lo que están es al servicio del poder, distraen a la población con faltas premisas -"es una situación coyuntural", "una crisis más", etc.- y, por otra parte, demonizan a todo aquello que pueda soliviantar a la misma en detrimento de los intereses de la clase preponderante representada en los grandes imperios financieros e industriales que son los que realmente lo dominan y controlan todo y mantiene subyugada a una buena parte de la débil clase política.

    Y por último -a pesar del enorme desempleo y las siniestras perspectivas-, tanto en España como en Europa occidental, no es percibida todavía, por el grueso de la población, esa sensación de "pobreza generalizada". Entendiendo que esto no es más que otra consecuencia de la individualización de la sociedad. Lo que, además, elude más facilmente un aumento sensible de desorden público.

    Pero es indudable que, de seguir la misma línea de actuaciones la clase política europea de como viene haciéndolo desde el inicio de la crisis -como así parece-, el pueblo se acabará echando a la calle de forma multitudinaria. Eso o habrá que empezar a pensar que ha caido en los efectos de otro tipo de soma como el del "Mundo Feliz" de Huxley.

    Un saludo.

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  5. Supongo que las manifestaciones no abundan porque la frustración ha hecho mella en las personas. Verte día tras días sin una solución, incapaz de derribar a estas águilas que se llevan tus esperanzas sin miramientos, te condena progresivamente a abismos insondables en los que la resignación y el "tirar" hacia delante se imponen.

    Con todo, no debemos olvidar que las manifestaciones -e incluso las revoluciones- se prestan mucho a la manipulación. Perfectamente un grupo de personas en el poder pueden crear y dirigir una revolución que, al final, los dejará exactamente en la misma posición dominante que tenían antes... aunque con una población mucho más dócil, al creerse victoriosa.

    Personalmente, creo que todas las manifestaciones que se están produciendo en el mundo, o que ya han tenido lugar, no han movido ni un ápice la fiera opresión de ese amplio espectro de tiranos que nos malgobiernan. Nos han ofrecido algunas cabezas de turco, a las que antaño prodigaban fraternales lisonjas, y aquí seguimos, en las mismas.

    Si queremos un mundo mejor, más nos vale empezar a caminar.

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  6. Gracias por tu comentario Elemento Cero. En relación al mismo, es cierto que hay una enorme apariencia de frustración en muchísima gente. Es fácil cada día escuchar esa triste argumentación: "para qué, si van a hacer lo que quieran". Pero aunque parezca que no ha ocurrido nada con las manifestaciones habidas en todo el mundo, sí que algo ha tenido que ocurrir cuando están en boca de toda esa misma gente.

    Evidentemente la solución al problema no está a la vuelta de la esquina y es obvio que ninguno pensamos así, pero lo que habrá que esperar y seguir insistiendo mientras en la necesidad de un cambio más que sensible en las actitudes del conjunto de la sociedad para que esto ocurra.

    ¿Y cómo habra de ocurrir esto? Por desgracia parece que solo cuando la situación se haga insostenible para una buena parte de esa misma sociedad. ¿Cómo adelantar esto? Al menos de momento solo se me ocurre que habría que contar con la complicidad de los medios de comunicación para ello. Os cuento una anécodta y por favor, sin ningún ánimo de pedantería. Cuando en las tertulias del café aparecía el tema "Berlusconi", a la pregunta ¿cómo es posible que puedan votar, en un país como Italia, a un tipo así? yo siempre esgrimía la misma respuesta: porque quieren ser como él y porque controla los medios de comunicación. No hace mucho tiempo, en uno de esos momentos cuando "il cavaliere" se encontraba enfrascado en una de sus innumerables trifulcas, a preguntas de los periodistas respondió: "No importa lo que digáis, me votan a mi porque quieren ser como yo". A lo que, logicamente, no se refirió después fue a la parte tan importante que juegan los medios de comunicación en ello.

    Y valga esto como ejemplo de donde creo que reside la mayor parte del problema y es la respuesta del porque las movilizaciones no alcanzan el tamaño y amplitud suficiente para que se produzcan esos cambios a los que nos referimos. Y si a esto añadimos la extraordinaria precariedad laboral existente...

    Un saludo.

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  7. Y también hay que añadir que nos educan en el egoísmo absoluto, y esto desde que somos pequeños.

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  8. ¡Bravo! 100% de acuerdo. Excelente post.
    Los medios ya no informan, manipulan. Solo son una extensión más del poder financiero y sus corporaciones.

    ¡Un abrazo indignado y buen 2012!

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