Y tras este largo prefacio he llegado por fin adonde de verdad quería hacerlo, es decir, al motivo de que hace casi un año me aburriera de escribir cartas en un diario que cada vez lee menos gente y que poco o nada se identifica con quien suscribe, lo que me dio pie para comenzar este blog con el deseo de ayudar más positivamente a que este mundo cambie y lo haga a mejor y, egoístamente como no, a que mi hijo tenga un futuro acorde a lo que se merece tanto él como todos aquellos que con tanto esfuerzo y tanto trabajo deberían encontrarse un mundo mucho más sobresaliente del que nos ha tocado compartir.
En estas semanas que no he podido recobrar esta pluma electrónica para seguir escribiendo mis modestos artículos, han pasado tantas cosas y la mayor parte tan desagradables, rayanas en muchos casos el surrealismo de lo económico y lo político, que me resulta imposible –por no caer en lo paranoico-, enjuiciarlas apresurada y razonadamente. Sin embargo, quienes tienen la osadía de bucear en mis escritos ya saben muy bien cual podría ser mi opinión de todo este cúmulo de fechorías que estos politiquillos de tres al cuarto –por adjetivarles suavemente-, se despachan cada día al servicio de esos criminales de las finanzas que se han adueñado de este mundo y contra los que luchamos muchos denodadamente, para que no nos roben también nuestras vidas.
Así que he decidido que mañana, pasado o al otro volveremos a la carga con un nuevo artículo más centrado en un episodio concreto y más actual de esta antología del disparate que vivimos cada día, que no será por falta de motivos y menos aún por ganas de seguir escribiendo, aunque como dice un buen amigo solo sirva para desahogo de quien escribe y cabreo de quien lo acaba leyendo.
Ahí os dejo esta imagen de Gante, donde hemos ido mi mujer y yo a relajarnos un poco. Nos ha gustado mucho, como Brujas, donde también hemos estado un par de días. No os lo perdáis, mrece la pena. |
Me alegro de verte de vuelta. Escribir, sirva o no para algo, nos ayuda a sobrellevar la carga de la existencia en un mundo tan mundano, si se me permite la redundancia. Es un pequeño modo de aliviar la frustración que nos producen las fechorías de los bellacos, hoy en día encubrandos en el poder y con los más altos honores. Y es que la grandeza de los seres humanos se mide por la sombra que proyectan en otras mentes, pero estos políticos que tenemos son muy pequeños; diminutos.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegra saber que estás de vuelta, España mientras tanto está siendo devorada por los banqueros y políticos cómplices del dinero a costa de robar al pueblo. Un desastre. Cuanto antes salgamos del euro, mejor.
EliminarGracias a ambos por seguir ahí. Y, efectivamente, nuestros políticos con muy estechos de miras y lo que es peor que no son solo los nuestros, sino por lo general toda la clase dominante europea. ¿El motivo? Entre otros como bien decis porque se han supeditado al poder del dinero, representado en esos malditos banqueros, dejando a un lado la realidad de la gente, o lo que es lo mismo, a la inmensa mayoría de la población.
ResponderEliminarBiemvenido!!! Escribir despeja la mente ademas onligamos a reflexionar a aquellos que creen que todos estamos dormidos.
ResponderEliminarEl mundo nos necesita asi que manos a la obra que ya esta bien que prediquen austeridad y hay que ver como es la realidad como el caso campeon que todos cobran y siguen haciendo obras faraonicas.
Gracias Mar. El caso Campeón, la Gürtel, la depuradora valenciana, los Eres de Andalucía, el yernísimo y la princesa que no se enteraban de nada, el Palma Arena...
ResponderEliminarManos a la obra, como dice Mar. ¿Dónde hay que ir?
ResponderEliminarGracias Juliana, allá vamos.
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