domingo, 31 de marzo de 2013

De vuelta

Ha pasado casi un mes desde que mis obligaciones laborales no me han permitido mantener al día este humilde y a la vez algo pretencioso blog. Lo cierto es que las circunstancias nos obligan a estar aún más pendientes de nuestros negocios de lo que ya de por sí debemos estarlo siempre. Hay que rizar el rizo para sostenerse y sostener los puestos de trabajo, invertir e invertir para intentar paliar por otras vías la caída de ingresos. Bueno, por el momento, seguimos aguantando y esperemos que así sea por mucho tiempo, por lo menos mientras nos dejen, que por nuestra parte haremos todo lo que esté en nuestra mano para seguir manteniéndonos a flote.

Volvemos, entre otras cosas, con la intención de seguir demostrando como la historia nos enseña y demuestra como la avaricia, la codicia y su expresión política y económica de la ultra-ortodoxia capitalista, solo ha acabado trayendo a lo largo de la misma grandes bolsas de riqueza en muy pocas manos, mientras la mayor parte de la sociedad ha acabado sufriendo sus más duras consecuencias. Como la manipulación mediática ha hecho, del mismo modo, que buena parte de la población sea capaz de admirar las muestras de esto en casos con resultados tan negativos para el grueso de la misma como por ejemplo despertó el   Thatcherismo o su versión española durante el gobierno Aznar, de la misma manera que férreas dictaduras sigan despertando añoranzas como ocurre con la Rusia de los soviets o la España franquista.  Seguiremos haciendo un recorrido por el viejo continente, especialmente por el occidente europeo y veremos cómo las políticas que se aplicaron en aras de un nuevo renacimiento para todo un conjunto de pueblos devastados por una tragedia de la magnitud de la 2ª. Guerra Mundial o que inspiraron el tratado de Roma que diera lugar al Mercado Común Europeo, poco o nada tienen que ver con las que desde los epicentros del poder actual, Bruselas y especialmente Berlín y Frankfurt, sede del Banco Central Europeo, se están acometiendo para sacar a sus conciudadanos de una crisis, que después de casi seis años que empezara a asomar sus primeros visos, sigue dilatándose en el tiempo. Y veremos como España, como ya sabemos, inmersa en un régimen autárquico en buena parte y autoritario durante demasiado tiempo, pagó durante décadas su desapego a sus vecinos allende de los Pirineos y todavía hoy, sigue mostrando sus secuelas de ello.

Este mes, como era de prever, ha seguido deparándonos un sinfín de noticias a cual más aciaga, por no decir de algunas que podrían rallar en la antítesis de la épica, casi rondando lo dantesco más allá de cualquier mínimo resquicio de sentido común que es, lo que de un modo u otro intentamos imprimir en este montón de versos. Para colmo, por estos lares, las diferentes tramas corruptas de este país, que nos devuelven a aquel de la pandereta, la tortilla de patatas y su ejército a lo Pancho Villa, entre Bárcenas, ERE,s, Urdangarines y ahora también princesas sin corona de por medio, no hacen más que enturbiar todavía más un desaguisado al que ni se le ve fin y menos aún de que algunos, medianamente en sus cabales y con la autoridad suficiente, pongan algo de orden en tal cúmulo de despropósitos.

Por puntualizar algo más esta especie de prefacio, dos cuestiones. Por un lado el tema de Chipre donde, por si nos quedara alguna duda, ha demostrado el conjunto de jefes de estado de la U.E. que es imposible hacerlo peor –aunque ya no deberíamos sorprendernos de nada, mucho me temo que todavía lo seguiremos haciendo y por largo tiempo-. Un paraíso fiscal, como Luxemburgo, Holanda, Gibraltar –auténtico asilo de piratas del SXXI-,  o las islas del Canal de la Mancha, a los que de manera  inexplicable da cobijo la Unión Europea en su propio seno. Chipre, parece ser que ahora refugio de magnates rusos y capitales de dudosa procedencia, bordea la bancarrota y a nuestros afanados responsables comunitarios no se les ocurre otra cosa que para salvar los intereses de quien sabe qué o quién, enchironar los ahorros del pueblo chipriota. Un corralito dentro de Europa, algo que no se nos hubiera ocurrido ni a los más pesimistas hace solo unos años. Para remate, todo esto en un continuo de dimes y diretes, reuniones y contra-reuniones, de  acuerdos y desacuerdos de los mismos, vulnerando incluso leyes y normas fundamentales dictadas previamente al unísono por los mismos comensales hace poco más de cuatro cuartos. En definitiva, de locos.

Y por otro lado, como nuestra joven democracia española sigue siendo motivo de desapego para esta casta política con la que hemos tenido la desgracia de compartirla. Ahora, cuando el pueblo es masacrado por las autoridades nacionales y extranjeras, con una pérdida de beneficios, servicios y derechos como tampoco podía ser presumible hace apenas una década, ve con más insistencia cada día como intenta cercenársele hasta su derecho al pataleo. Perroflautas los llamaron por ocupar nuestras plazas, vagos y maleantes por querer hacerse oír ante el Parlamento y ahora terroristas por “acosar” a esa misma canalla política allá donde fuere.  De uno y otro lado pero auténticos responsables todos ellos -aunque solo fuera por error u omisión en el mejor de los casos con sus acciones e inacciones dentro de la diezmada política española-,  de la tragedia que de una forma u otra están padeciendo millones y millones de personas a lo largo y ancho de toda la geografía española, cómo habría que llamar entonces a estos acosadores de verdad que hicieron perder su trabajo, sus casas, sus ahorros y su propia vida a tanta gente desde el mismo día que a alguno de los mismos se le ocurrió fijar como la esencia de la política que el dinero sea el único soporte  de la felicidad.


Ahí les dejo con el “No nacimos para seguir a nadie” (We Weren’t Born to Follow), de Bon Jovi. Por lo menos, que este rato, además de disfrutar con su banda, también ayude a reflexionar un poco más sobre todo esto, nuestro presente y nuestro futuro incierto.

4 comentarios:

  1. En base a la trayectoria que llevamos y los muchos pufos que nos salen al paso, me pregunto cuánto podrá resistir esta patata sin explotar. El caldo de cultivo es perfecto para un fascismo emergente; imaginaos qué pasaría si Grecia es expulsada de la UE, después de esquilmarla hasta la saciedad.

    Aunque últimamente veo la vida de otra manera, mucho más básica, tengo claro que ni una manada de marmotas podría dirigir peor la Unión Europea. No obstante, ¿será que son tontos nuestros dirigentes? En absoluto, todo está programado. En un mundo de consumidores, al final hay que convertir a ciertos países en fábricas para mantener el ciclo. Y, naturalmente, interesa que sean fábricas "baratas".

    Un saludo.

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    1. Gracias por seguir ahí Oscar.

      Lo cierto es que yo ando también enfrascado en otros temas, especialmente el trabajo y ando mal de tiempo libre para poder mantener el ritmo del blog. Y no por falta de ganas.

      En relación a tu comentario estoy muy de acuerdo en que es dificil creer que puedan ser tan torpes personas a las que se le presupone un cierto nivel intelectual. Una de dos: o a todo el mundo se le ha ido la cabeza cegados por una fe vehemente o estamos ante la mayor estafa de la historia. Lo peor de todo es que, de una forma u otra, el perjuicio que están causando a todos los pueblos de Europa está haciendo retroceder décadas a la mayor parte de la población mientras los recursos son acaparado solo por unas cuantas manos. Veremos.

      Un saludo.

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  2. Me agrada ver que estás ahí. Veo que, a pesar del trabajo, estás enterado de todo. Seguiremos en contacto.

    Un saludo

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    1. Gracias Juliana.

      Hacemos lo que podemos pero seguimos.

      Un saludo.

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