La combinación de dos minerales, la columbita y la tantalita, dan lugar al
compuesto más tristemente conocido de la actualidad: el coltán. Varios amigos
me han comentado, casi escandalizados,
un reportaje de la televisión de hace unos días al respecto. No, no lo ví.
Pero he visto otros y he leído mucho sobre ello.
El caso del coltán, de donde se extrae el tantalio, un
elemento vital para el funcionamiento de móviles, tabletas, etc., es uno de los
casos, además de sangriento, más
flagrante en cuanto a la hipocresía de los líderes de los países del mundo súper-desarrollado,
entre los que se encuentra España. Mientras miles de personas trabajan en las
minas centro africanas -el Congo tiene en sus entrañas la mayor parte de las
reservas mundiales de coltán-, en condiciones de esclavitud propias de siglos
atrás, las multinacionales hacen su agosto con la seguridad añadida de que las
autoridades de los países donde operan y en general de todas las instituciones
internacionales seguirán mirando a otro lado. ¿Hasta cuándo?
Yo lo veo así: las empresas multinacionales contratan guerrillas que matan y saquean para mantener el control de las minas y forrarse después con el expolio. El estado está doblegado asimismo por estos poderes económicos tan crueles.
ResponderEliminarLuego llegan a nuestras manos los smartphones y nos ponemos a mandar mensajes de solidaridad por SMS a los hambrientos y a los sin techo africanos. Pura hipocresía.
¿Cómo se arregla? Legislando, devolviéndoles a los países africanos la soberanía de sus tierras y de sus gentes, ayudándoles a avanzar haciendo acuerdos dignos. Con el saqueo y la corrupción solo conseguiremos más muertes y dolor.
Se puede decir más alto pero no más claro.
EliminarUn saludo