Y no es que uno quiera que esta se reduzca hasta menos de las dos horas a través de un AVE inasequible pero sí que al menos la misma no se prolongue más de las tres o tres hora y media que sería lo suyo en recorrer los 400 km. que separan Badajoz de Madrid y en un tren con servicios acordes, muy al contrario del que viene realizando hoy de manera tan indigna dicho recorrido. Digo yo que no será mucho pedir en un país que fruto de sus dislates lo ha llevado a disponer de más kilómetros de alta velocidad y más aeropuertos por habitante que el resto de sus vecinos allende de los Pirineos y eso con unos porcentajes de desempleo históricamente muy por encima de estos o unos desequilibrios sociales infames, denunciados una y otra vez por todas las instituciones supranacionales.
Hartos de echarse los trastos a la cabeza unos y otros, otra evidencia histórica en lo que aquí se trata es que Extremadura ha estado sistemáticamente abandonada por todos los sucesivos gobiernos que desde que me recuerda la memoria han tutelado este país. No es el del tren el único caso, muchos otros se han quedado por el camino y otros, con ese mismo carácter productivo o de servicios, siempre parecen que van a arrancar pero sin embargo acaban quedándose en poco más de la primera piedra, para deleite y aperitivo de comensales.
Pero en lo que principalmente ahora nos ocupa, lo último que he leído hoy mismo es que parece que hasta 2020 no se “compromete” el Ministerio de Fomento a electrificar sólo una parte de la red ferroviaria extremeña. O lo que es lo mismo, a mi edad, tengo la sensación que si algún día puedo disfrutar de tan ansiado tren solo me dará ya el cuerpo para un paseo hasta la cercana Mérida y vuelta atrás.
Quizá sea necesario, como de forma tan singular ha hecho un pequeño grupo político de ámbito regional, pedir la soberanía, a ver si de este modo Extremadura ocupa también la primera plana de los medios, más allá de las habituales en ocasiones festivaleras y en las que más escabrosas, y pueda tener la atención que se merece del gobierno de turno. O, a lo mejor, ni por esas.
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| Estación de Badajoz |
Bueno para algunas cosas no nos tenían tan olvidados, como por ejemplo montar una central nuclear e intentar otra ( que menos mal que el Pueblo se opuso y no llego a abrirse) cuando somos la comunidad que tiene los mayores pantanos y centrales hidroeléctricas y producimos energía de sobra para nosotros y para el resto del país, pero en esos momentos Extremadura SI interesaba.
ResponderEliminarYo personalmente no me siento marginado por el gobierno de nuestra nación, creo que vivimos sin muchos problemas y los que tenemos son comunes en todos los sitios, me siento orgulloso cuando nos visitan desde otras comunidades y nos comentan, que bien viven ustedes,por algo será el comentario.
Hombre Pepe, una cosa es venir a pasar unas cuantas horas a Extremadura, como turista, visitando la Vera, el Teatro Romano de Mérida, la ciudad medieval de Cáceres o degustar una buena ración de ibéricos y otra muy distinta es compartir el día a día en una comunidad con, históricamente, uno de los mayores índices de desempleo y precariedad, en muchas facetas, de España.
EliminarEvidentemente, todo ese cúmulo de hechos objetivos con las sensaciones de cada uno a título individual, dependerá de las inquietudes de cada persona. Siempre habrá gente que poco o nada le importe que el tren que une Badajoz con la capital de España pertenezca a otras épocas y eso represente un hándicap para la región –un hecho debidamente contrastado en la evolución del tráfico ferroviario en España y en el mundo-, cuando a lo largo de los años se han despilfarrado ingentes cantidades de dinero en infraestructuras absolutamente innecesarias a lo largo de toda la geografía española, quedando otras pendientes sine die mucho más necesarias, pone en evidencia la pésima gestión al respecto de los sucesivos gobiernos de este país.
Ya sabes que yo, que no tengo nada de nacionalista, soy feliz de vivir en Badajoz y, por ende en Extremadura, pero eso dista mucho de asumir con complacencia sus faltas y deficiencias. En mi caso, y el de tantos otros, que por unas razones u otras acudimos a Madrid con frecuencia, es más que evidente que si se dispusiera con esa ciudad un enlace ferroviario lo debidamente conveniente, no usaría tanto el coche por cuanto la seguridad y comodidad que el tren representa. Y del mismo modo actuarían otras personas de manera recíproca lo que, indudablemente, acabaría generando un mayor aporte de riqueza para una región como esta que tanto lo necesita. No es una cuestión pues de agravios comparativos es sólo de mero sentido común.
Mucho me temo que en Galicia andamos en las mismas. Ciudades como Lugo están realmente mal comunicadas, ya no solo con el resto de España, sino con las otras ciudades gallegas. Para que te hagas una idea, no hay tren directo de Lugo a Santiago, que es la capital de la CCAA. Esto ser no es normal, pero claro, ni siquiera el transporte público de la propia urbe tiene horarios o rutas lógicas. Imagino que las grandes ciudades nos llevan algo de ventaja por el mejor hecho de tener mucho más tránsito...
ResponderEliminarLa cuestión está en la disparatada planificación que se ha hecho de las redes ferroviarias en España. Es inaudito que España sea el país de la UE con más kilómetros de alta velocidad mientras en lo referente al transporte por ferrocarril estemos en el 4 % cuando en la misma UE la media sea del 18 %. Una evidencia de que dicha red está mal planificada.
EliminarEspaña no necesita tanta alta velocidad -de hecho ha habido que suprimir líneas por que no se ocupaban debido a los altos precios necesarios para mantener su la infraestructura-. De lo que se trata es de tener una red moderna, práctica y asequible a todos los bolsillos. Como digo en mí artículo, no se trata de ir "volando bajito" de Badajoz a Madrid en poco más de una hora. Nos conformamos con tardar lo mismo que en coche, tres horas y media, pero no 6 ó 7 horas como ahora en recorrer 400 km.
Un saludo.