El mes pasado hemos asistido a un episodio más de violencia extrema de los que vienen recorriendo el suelo europeo en los últimos tiempos. Una auténtica tragedia, fruto de la vehemencia religiosa que hace del caos y del drama humano su sino, volvió a fraguarse está vez en Barcelona y en la pequeña localidad tarraconense de Cambrils. Del mismo modo y de forma general cada vez que se produce un atentado de características similares en cualquier país europeo no faltan instigadores que incriminan, de una manera u otra, a las autoridades civiles y policiales por no haber puesto las medidas suficientes para evitarlo…
Esta mas que claro que no son la solución pero ponerlos en determinados lugares tampoco cuesta tanto . La solución o al menos gran parte de ella todos sabemos cual es , cortarles "el oxigeno " Saludos
ResponderEliminarElemental. Se puede decir más alto pero no más claro.
EliminarUn saludo.
Los bolardos no son la solución. La solución está en estudiar donde está el origen del problema y actuar en consecuencia.
ResponderEliminarUn saludo
Es evidente. Pero realmente no parece haber voluntad política para ello.
EliminarUn saludo.