Probablemente no habría sido mejor
final para la entrevista que ayer concedió Mariano Rajoy en TVE,
esta expresión latina por cuanto todo el derroche de ambigüedades e
incertidumbres que derrocho el Presidente del Gobierno de España,
ante las preguntas de sus entrevistadores. Nada mejor que un “ruega por
nosotros”no ya solo para el Presidente, sino ante cualquier otra
instancia de rango superior, ya que sus respuestas lo único que han
hecho es añadir aún más desconfianza a todo la escena actual, todo
lo contrario a lo que se viene pregonando desde el PP, incluso mucho
antes de alcanzar el gobierno de la nación.
Poco más podía esperarse de su
intervención, visto el desarrollo de los acontecimientos de los
últimos meses, de la calamitosa forma en que las decisiones del
gobierno son explicitadas ante la ciudadanía y de la conocida
animadversión a los medios de comunicación del Presidente. Pero que
ya, desde su respuesta a la primera pregunta sobre si habrá o no
rescate para España, la respuesta fuera más que dubitativa y que se
de por zanjada la cuestión con uno de sus mantras más al uso,
“haremos lo que sea mejor para el interés general de los
españoles”, raya como poco lo pintoresco por no decir
malicioso o fuera de lugar.
Como podría tacharse otra de sus
afirmaciones, casi de despectiva, con respecto a la democracia,
cuando afirmó que la única opción para gobernar Galicia sea la del
Partido Popular “o un conglomerado de varios partidos” lo que, si
bien no se ha dado hasta ahora con frecuencia, ello no es óbice,
para conforme a las reglas del juego democrático, pudiera darse en
cualquier momento. Y si esto no ocurre con más frecuencia, con el PP
-que también-, es por ese extraño concepto de la negociación que
en su caso es incapaz de ceder un ápice de sus posiciones, incapaz
de entender que negociar es ceder en parte por el bien de la
comunidad.
En cualquier caso, al menos y en líneas
generales, el tono del Presidente fue correcto aunque quizá, fueron
los periodistas quienes ante tanto infortunio al no ver cumplida
respuesta a cada una de sus demandas, debieron, cuanto menos también
en el ejercicio de su profesión, ser algo más mordaces en busca de
las explicaciones que el pueblo esta buscando ante los sacrificios
que se le exigen y el nulo resultado de las propuestas que desde el
gobierno se hacen.
Rajoy ni siquiera se defendió como
gato panza arriba, fruto de su habitual calma tensa, ante cada una de
las cuestiones que le plantearon aunque, como de costumbre, no expuso
ningún razonamiento empírico y se escondió una y otra vez tras sus
consabidas divagaciones sin ofrecer ningún resultado, ninguna
conclusión e incapaz de dibujar un futuro esperanzador y creíble
para los casi 6 millones de desempleados que asoman ya en España y
para esos cientos de miles de familias que ya no perciben ningún
ingreso en su hogar.
Rajoy, eso sí, lo único que quedo
claro es que cumplirá con los objetivos fijados para el déficit del
Estado a toda costa, caiga quien caiga y que para ello está
dispuesto a llevarse por delante lo que haga falta. Hasta ni en el
caso de las pensiones, por mucho que se empeñó en ello, fue capaz
de garantizar ni el mantenimiento del poder adquisitivo de las
mismas.
Una vez más hemos asistido a un
supuesto ejercicio de fe de fortísima carga ideológica por parte del Presidente del Gobierno en el que el
déficit cero en las cuentas públicas resulta un paradigma
innegociable que junto con el saneamiento financiero traerá
consigo, siguiendo el orden natural de su modelo
económico -laissez faire-, de forma
espontanea el crecimiento económico. Así intentó
justificar también la reforma laboral que, aunque por el momento
solo está causando estragos entre los trabajadores por cuenta ajena,
según Rajoy será una auténtica panacea una vez vuelva el
crecimiento. Lástima que en ningún momento durante la entrevista,
ni en todos estos meses de gobierno, nos haya dicho cuando se
producirá dicho crecimiento y donde, como y en qué condiciones se
generarán todos esos puestos trabajo que se demandan.
Un ejercicio de fe o un plan
preconcebido -idea que cada día toma más fuerza, a la vista de
tanto desatino y tanto ejercicio de petulancia: “hago lo que
tengo que hacer porque es lo único que se puede hacer”-, pero
que no aporta nada a la vida de todas esas personas que buscan al
borde de la desesperación, un trabajo, salario digno y una vida, al
menos, decente.
A mí me parece escandalosa la actitud de estos politicuchos traidores. Ellos saben lo que están haciendo y por qué lo hacen, pero lógicamente tienen que mantener las apariencias delante de sus votantes. No obstante, buscan nuestra ruina y la conseguirán si no los detenemos. Sus respuestas sobre el rescate indican que esperará a que pasen las elecciones gallegas para pedirlo; luego recortará pensiones (a las que yo denomino "devoluciones" -pues fueron pagadas por el trabajador en su momento-) y todos a las trincheras. La hidra tiene muchas cabezas.
ResponderEliminarUn saludo.
Lamentáblemente esto parece ser así. En Portugal el pueblo cada vez se solivianta más al ver que nuevos y nuevos recortes se abaten sobre sus cabezas -un 7 % menos en los salarios, recortes en las pensiones, etc.-, sin que se acabe de ver el fin y sin que parezca tocar fondo esta, cada vez, más dramática situación.
ResponderEliminar¿Hasta cuando soportará el pueblo tanto desatino y tanta crueldad?
Un saludo.
Ya li decia san gil, no confio en rajoy, sus razones tenía....
ResponderEliminarRajoy por miedo se ha equivocado en todas sus decisiones y el pueblo ya le está dando la espalda...
Hola Mar
ResponderEliminarRajoy, a mi modo de entender, creyo que su sola llegada al poder y en la forma que lo hizo, con un partido de corte tan conservador y neoliberal como el PP, afín a las doctrinas de Bruselas y Alemania, sería suficiente para "calmar" a los mercados, darle margen suficiente y que "el tiempo", conforme a esa misma teoría recuperará la economía en el medio plazo.
Pero se confundió -por pensar de la mejor manera posible-, ya que, como hemos refereido en numerosas ocasiones la hsitoria y la empírica no le avalan, sino todo lo contrario. Sus políticas, como todas las llevadas en la U.E. desde el inicio de la crisis hace 5 años han traido resultados desastrosos, los datos están a la vista y son irrefutables. Cada día que pasa es un poco peor que el anterior y las expectativas se agravan cara al futuro.
Mañana, día 15 de Septiembre puede ser un día importante. El pueblo ha sido convocado para hacerse oir en las calles y plazas y así ha de manifestarse contra un modelo que está conduciendo a la ruina a la sociedad.
Un Saludo.
Rajoy se está comportanto como si hubiera recibido una inspiración divina. Lo malo es que solo es integrismo, ideología y mala economía como dice el Premio Nobel Joseph E. Stiglitz.
ResponderEliminarEn cuanto a la marcha del día 15. Mi opinión es que fue una vergüenza: diversos colectivos defendiendo cada uno lo suyo. Nadie habló de las personas que lo han perdido todo, y a las que, al parecer, no se invitó. Nadie defendió la educación y la sanidad como derechos humanos. No fue una protesta, fue un aval para que se destruya el Estado de Bienestar, para que sigan aumentando las diferencias económicas, para que sigan gobernando los mercados.
Me alegró ver que no estaban los médicos. Los únicos, no tidos sin embargo, que han sido capaces de llevar a cabo un acto de desobediencia civil, como indican en la página yosisanidaduniversal.net
Quedó de manifiesto que es necesario un cambio de mentalidad, que ya es tiempo de hondear una bandera universal basada en la solidaridad y la empatía.
Un saludo
Hola Juliana
EliminarNo pude asistir a esa manifestación, por razones personales aunque no por falta de ganas. Y sí, no me gustó lo que vi luego en las noticias. Hay que hacerlo mejor, mucho mejor, ya que de no ser así, como bien dices se está dando pie a que este Estado del Bienestar -aunque muy imperfecto, pero menos es nada-, que tanto nos ha costado construir se vaya desmoronando poco a poco.
Un saludo.
Muy interesante yosisanidaduniversal.net
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