Hace tiempo
que andaba por la red la noticia de que una buena parte de los Diputados del
Congreso, con vivienda propia en Madrid –alguno parece que con varias-,
perciben una cantidad adicional en su sueldo por no tener su residencia establecida en la
capital de España. Ahora acabamos de enterarnos que Democracia Real Ya, uno de los
grupos pioneros del 15M, ha presentado una demanda en los Tribunales de Justicia en dichos términos. 63
diputados –sí, sí, han leído bien-, 63 diputados han sido denunciados ante el
Tribunal Supremo por cobrar dietas de desplazamiento, aún contando con dicha vivienda en propiedad en la ciudad. El “premio” es de 1.823.36 € mensuales y, para más inri, el
mismísimo Presidente del Gobierno, que también va en el paquete, cobra casi
900.00 euros todos los meses por el mismo concepto, a pesar de vivir en un
palacio, comido y mantenido por todos los españoles. Como diría mi madre “Pa
mear y no echar gota”.
De esos 63
diputados, 41 son del PP –por lo que se ve aquí se les pasó meter la tijera-,
20 del PSOE, uno de CiU y otro de Coalición Canaria. El asunto, aunque ya se
barruntaba hace tiempo, lo destapó UPyD, cuando renunció de manera pública a
tal asignación lo que a buen seguro causaría estupefacción entre sus colegas
del Congreso, si es que aún les queda algo de eso. De hecho no se admitió la renuncia
a la misma y lo que hacen sus diputados es donarla a una ONG. Es curioso que,
entre los denunciados se encuentren, además de Mariano Rajoy, nada más y nada
menos que Cristobal Montoro, el ministro de los recortes, Fátima Bañez, la de
empleo o Andrea Fabra la del “que se jodan", los parados, -además de ser, nada
menos, que la hija de Carlos Fabra, ya saben el del aeropuerto de Castellón y
su iconografía megalítica-.
Como no podía ser de otro modo tampoco podían quedarse atrás ilustres
personajes de la bancada del PSOE, en otro tiempo “socialista”, como Ramón
Jáuregui, Jesús Caldera –otrora ministro de trabajo-, o José Blanco.
Así, no es de
extrañar que las encuestas den una y otra vez, como uno de los principales problemas de este país, a la casta política. Hasta la
monarquía va perdiendo, cada vez más respaldo popular, consecuencia igualmente de sus
desaguisados y, hasta de esa falta de delicadeza con acciones como la de la reina Sofía de compras navideñas en Londres como si no hubiera comercios
en Madrid y con la que nos está cayendo encima.
En fin, no
vamos a alargarnos mucho en esto por que no cabrían tampoco en varias enciclopedias los
sumarios, habidos y por haber, de los innumerables casos de corrupción,
prevaricados y prevaricadores, que desde las más altas esferas de la industria
y las finanzas se han dejado llevar por su soberbia en análoga correspondencia
con la jerarquía política para cometer todo tipo de desatinos encaminados tanto
a llenar sus inabarcables alforjas como a envilecerse con la erótica del
poder.
Quizá no
sirva esta demanda de nada en lo estrictamente jurídico pero, sí con ello ayuda
a la opinión pública a seguir poniendo en tela de juicio la nefasta, además de
irresponsable e irreverente, gestión de nuestros responsables políticos, será
una seña más en el camino hacia la necesaria movilización del pueblo en pos de
una sociedad mucho más justa y democrática.
Aunque jurídicamente no se consiga nada, se debe airear, para saber que la democracia que tenemos no es democracia ni nada.
ResponderEliminarUn saludo
Sin embargo veo que los grandes medios de comunicación habituales no están dando toda la cobertura a la noticia que se merece. Por otra parte normal, a sabiendas de quienes están detras de los mismos. Para eso, al fin y al cabo quedan, quedamos, los demás.
EliminarUn saludo
la avaricia puede con ellos. Están obsesionados con el dinero. Es una enfermedad como otra cualquiera, lo malo es que está haciendo mucho daño a la sociedad y al planeta.
ResponderEliminarSí, sin duda Lorenzo. Es una pregunta que me hago muchas veces, pero... qué querran? Por eso, supongo que ya no se trata de acumular montañas y montañas de dinero, sino que debe ser la sensación que sientan acumulando tales dosis de poder. Eso que llaman "la erótica del poder".
EliminarSaludos.
No hay ética ni nada que se le parezca en este país. Lo que abunda es el egoísmo y la picaresca lazarilla. Que un privilegiado encima acepte estos pagos indebidos es cuanto menos flagrante. ¡Por supuesto que ellos son el problema! Pero paciencia, porque con estas cosas lo que van a conseguir es, precisamente, una república sin vampiros ni momias.
ResponderEliminarUn saludo.