jueves, 25 de diciembre de 2014

El discurso del rey

No, no nos sorprendió el rey en su primer discurso de Navidad,  si cabe el más personal, cara a la ciudadanía.  Lo esperaba no sin ciertas ganas, es verdad, porque entiendo que Felipe VI,  tenía una extraordinaria oportunidad para redundar en el beneficio de su apuesta e incluso ante los repúblicanos si no para ganarse su derecho, sí al menos, merecerse su respeto. Pero no, no pudo ser.

Con menos protocolo que su padre y si cabe con una actuación algo sobre expuesta,  el rey no supo, no quiso o no pudo dictar con la contundencia debida un discurso acorde a la situación que atraviesa el país. Dijo cosas,  dejó entrever,  insinuó. ... pero para un republicano que no entiende, ni puede creer, que la jefatura del estado responda a un vínculo de sangre,  hubiese esperado mucho más del joven monarca. España necesita "un golpe en la mesa" y nadie mejor para ello que una persona como el que se pretende rey de todos los españoles y que además las propias leyes solo le atribuyen una responsabilidad figurada.


3 comentarios:

  1. Sí, últimamente escribo menos en el blog desde que le he cogido el gustillo al facebook. Así que, como en este caso, al margen de otros artículos más elaborados que seguiré incluyendo más ocasionalmente, os haré partícipes en mi blog de mis chascarrillos. Ah,y Feliz Navidad a todos.

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  2. Feliz Navidad, para ti y los tuyos, ;).

    El mensaje del rey, fíjate, ni lo vi. Hace años que no malgasto ni un minuto en un mensaje hueco sin intención alguna, más allá de dar la chapa y no aportar nada. Una monarquía hoy en día no tiene sentido, y como no se sostiene, tampoco lo hacen sus argumentos o bravatas.

    Y todo sigue exactamente igual, si bien los medios de comunicación se deshacen en elogios hacia el rey... El entrenamiento y la correa dan resultados.

    Un saludo.

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    1. Hola Oscar, felices fiestas.

      Sí claro que estoy en líneas generales de acuerdo, pero este año sí que tenía también un interés especial por verlo, por ver si decía algo distinto, algo positivo... pero no, ya vemos que no.

      Mi hijo me dice que el único mensaje que puede esperarse de un rey en el SXXI es su renuncia por cuanto de arcaico representa la institución. Y, sin duda, tampoco le falta la razón.

      Un saludo.

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