El comercio tradicional está desapareciendo. Y en su lugar nos encontramos grandes cadenas, grandes superficies y centros comerciales que aburren por reiterativos. Es el progreso dicen y yo me pregunto: ¿qué es el progreso? Según parece, el progreso es lo impersonal, la desatención al cliente, lo aséptico, la frialdad, lo mecánico, la desafección, salarios de miseria y precariedad tras el mostrador...
Pues no, yo no quiero entonces ese progreso. Yo quiero lo tradicional: el trato personal, la atención al cliente, al profesional, hablar del frio, el calor, el fútbol... Yo quiero un salario digno tras el mostrador y no me importa pagar un poco más por ello.
Las grandes empresas se pueden permitir mejores precios, en consecuencia la gente acude a ellas (Amazon, etc.). En paralelo, los pequeños comercios cierran y las personas buscan puestos de trabajo en las grandes cadenas, que pagan a lo mejor sueldos más bajos y con mucha rotación de personal. Con menos poder adquisitivo, estas personas acuden nuevamente a las grandes empresas para maximizar su dinero... Y así eternamente. El mundo de la inmensa cadena industrial; el montaje empieza ya en la escuela.
ResponderEliminarYo soy autónomo, con varios empleados a mi cargo y te puedo asegurar que -aunque haya excepciones, lamentablemente cada vez más-, en la mayor parte de los casos los empleados de los pequeños autónomos están mucho mejor considerados que los dependientes de las grandes superficies y las grandes cadenas.
EliminarEs una lástima pero y es aquí donde el público tiene buena parte de culpa, el problema radica en el adoctrinamiento. En el "ande yo caliente y ríase la gente". Buena parte del público que acude reiteradamente a ese tipo de comercios no es consciente del daño que está haciendo al trabajo. Desde el momento en que le importa poco en las condiciones en que se fabrican esos artículos -de auténtica esclavitud, tragedias incluidas-, y el daño que hacen para el empleo y la producción local.
Un saludo.
Poco puedo añadir, estoy muy de acuerdo. Baste como ejemplo Apple y sus condiciones laborales de esclavitud pura y dura, pero que sin embargo le han granjeado la imagen de marca "cool" y que otorga "estatus" al que compra sus productos. Así somos.
Eliminar