La completa deshumanización de la política y la economía y la interesada rigidez del sistema, ha devenido en numerosas plataformas sociales que han ido calando entre los ciudadanos hasta alcanzar representación en numerosos ámbitos de la vida pública.
Con sus defectos y virtudes, el 15M ha representado toda una inyección de frescura en las ideas, las intenciones y las formas que habían quedado atrofiadas ante una desaparecida política de las ideas en pos de la política partidista de las grandes formaciones que habían dominado con maneras casi absolutistas el escenario político de las últimas décadas.
Quién sabe si aquellos miles de jóvenes agrupados en las plazas por la democracia, la libertad, la solidaridad y la justicia social acabarán algún día cambiando el rumbo de España e incluso el de esa desconocida maltrecha en que se ha convertido la vieja Europa.
Estoy orgulloso de este movimiento. Aunque se quedó corto porque tenía que haber derrocado a los fascistas que todavía están en el poder. Pero menos da una piedra. Avivó mi fe y esperanza en la raza humana. Lo suyo es que remate lo que empezó hace cinco años.
ResponderEliminarY ha trascendido. Como oía decir el otro día a una politóloga: "lo que habría que preguntarse es ¿dónde no está ahora el 15M?"
EliminarNo sé si cambiará el futuro, o si le dejarán cambiar el futuro. Creo que el poder es una especie de ente semidivino capaz de manchar al más impoluto de los inocentes. Al ver el vector de transformación social, le basta con inocular su perfidia en las mentes progresistas y esperar que, de llegar al gobierno un grupo de ciudadanos afectos al 15M, eclosionar y conservar el poder, transformado.
ResponderEliminarPero pese a mi edad algo sé, que nada cambia. O, mejor dicho, que cambia para quedar igual. 100.000 hormigas pueden desfilar contra un elefante, y son legión, desesperada, indignada, unida... pero el elefante tiene patas más grandes y le basta con barritar. Inercia, cinética; cuestión de masa. Un poco como ocurre con los astros.
Dice mi amigo Pepe, que gente como yo intentamos aferrarnos a una utopía imposible. Pero siempre le respondo ¿qué sería de la humanidad si nos nos quedara la esperanza? Te recomiendo Oscar ver "El olivo", la última película de Iciar Bollaín. No está a la altura de "También la lluvia", pero es una buena metáfora sobre la crisis que termina con eso, con un halo de esperanza.
EliminarYo también tengo suficiente edad para decir que SI que este país ha cambiado , mas de lo que algunos quisieran y menos de lo que debería de haber cambiado , cuesta mucho porque " las fuerzas " que no quieren que cambio son muchas y muy poderosas pero decir que este país NO ha cambiado es difícil de demostrar , esta a la vista para el que quiera verlo . Un cordial saludo
EliminarY esperemos que lo siga haciendo. Tenemos que cambiar, por el bien de España y del mundo. Por algún sitio, digo yo, habrá que empezar. Y de hecho tengo la sensación que España tiene el peso suficiente en Europa para poder hacerlo. Por eso, si el próximo gobierno no es de su cuerda tendrá que ser lo suficientemente fuerte para salir adelante por que desde Bruselas se lo pondrán extraordinariamente difícil. Su temor que algún otro se sume...
EliminarSaludos.
Tenemos que cambiar por los ciudadanos , por las personas , por nosotros mismos , España y el mundo no son mas que palabras . España tiene y ha tenido poco peso en Europa hay multitud de hechos en la historia que lo demuestran . La Europa actual esta diseñada a la medida de Alemania . Saludos cordiales
EliminarBueno, pero merece la pena intentarlo. Uno que es del Atléti, como siempre decimos, seguimos ahí... molestando. Y de vez en cuando...
EliminarUn saludo.
Sé que es muy difícil, pero me resisto a ser pesimista. Necesitamos un mundo nuevo, incluso para sobrevivir como especie.
ResponderEliminarUn saludo
Sin duda Juliana. Necesitamos tener esperanza. De lo contrario...
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