Aunque avanzamos España sigue quedando lejos de los formatos de debate de nuestros vecinos de allende de los Pirineos. Peor aun cuando, en lo técnico, nos encontramos con un sonido espantoso en forma de continuos chirridos de fondo. Pero lo peor es sentarse a ver un debate sabiendo el resultado antes de empezar y que este va a aportar poco o nada a la campaña electoral.
Extraordinariamente encorsetado, los debates televisivos entre los primeros espadas de cada partido, todavía no son tales en realidad. Más bien diría yo que se tratan de monólogos interrumpidos, alguna acusación calculada electoralmente -infundada o no es lo de menos- y algún reproche que otro. Esperemos que con el tiempo se vayan aflojando los corsés, los debates se conviertan en lo que deben ser, un intercambio de ideas y propuestas, que formen parte asidua de las contiendas electorales y que la participación ciudadana directa vaya entrando en estos con la misma libertad que en otros países de nuestro entorno.
Hoy de lo que se trataba, ante la evidencia de la falta de mayorías tras el 26J, era saber o al menos deducir quien pactará con quién para formar un gobierno de coalición. Y nos quedamos igual que estábamos que, al fin y al cabo era lo que se suponía que iba a pasar. Mientras el PP sigue tentando a la "gran coalición", del mismo modo que Ciudadanos -con o sin Rajoy aunque pretenda escenificar otra cosa- y Unidos Podemos tiende la mano al PSOE con sendos programas que en lo primordial y a priori casi se superponen, éste último sigue sin definirse cuando es su partido el que tiene la llave del futuro gobierno.
Con sorpasso o sin él y gane quien gane las elecciones será el PSOE quien tendrá que decidir quién formará el próximo gobierno de España por mera aritmética parlamentaria. Si quiere evitar una tercera ronda electoral el PSOE estará obligado a elegir entre la consolidación de la ortodoxia neoliberal o retomar el marchamo socialdemócrata. Por el momento pocas pistas más allá de la intuición nos ha aportado Pedro Sánchez hoy y parece que nos vaya ir aportando lanzando aldabonazos a su izquierda y a su derecha en todo lo que queda de campaña.
Atentos
Me alegro de no haber malgastado mi precioso tiempo en asistir a tal espectáculo. Por momentos, estos debates se asemejan más a puestos en ferias locales, en los que cada vendedor oferta su producto sin atender a los otros o incluso pretendiendo que no existen. Es lo que noto en falta en la política española, "política de verdad"; pero no, abundan las falacias, las mentiras y las propagandas de mercadillo. Así va el país.
ResponderEliminarSí, todos los años digo lo mismo. Bah, esta vez ya no lo veo. Pero me puede más mi faceta de periodista frustrado y al final lo acabo viendo. Además, digo yo, a mi que me gustan estas cosas, también me da pie para seguir escribiendo.
EliminarUn saludo
Que un debate guste mas o menos esta en función de lo que se esperaba del mismo . Es cierto que tres de los concurrentes mintieron en repetidas ocasiones , cosa nada extraña porque lo vienen haciendo regularmente , algunos mas que el otro . También hubo otro cambio para mi , la actitud , el tono y las formas de Iglesias , supongo que algo cansado ya de que le digan que es arrogante , prepotente y chulo , ayer estuvo mas " correcto ", calmado y hasta algo " conciliador " , pero seguro que los que le criticaron por ser prepotente ahora dirán que se ha puesto la piel del cordero , quizás ese cambio pueda ser porque ha " madurado " o porque esta ensayando por si llega a formar parte del gobierno . De cualquier forma creo que en este país algunos no están nunca contentos , que si hay demasiadas elecciones , cuando hace apenas algunos años todos decían que había que votar , que si hay que hacer debates , muchos debates para luego decir que no sirven para nada , que en los debates no se entiende nada porque hablan todos a la vez y cuando hablan no detrás de otro dicen que están encorsetados , en fin que nada nos parece bien. Cordiales saludos
ResponderEliminarSí que creo que la actitud de Pablo Iglesias fue la más coherente. Y consciente, qué duda cabe, del papel que está jugando a la vista de las encuestas. Y, además, absolutamente consecuente con la realidad ya que si se pretende que España inicie un cambio de rumbo, necesariamente PSOE y UP tiene que llegar a un acuerdo de gobierno en coalición.
EliminarPor lo que respecta, en general al tema de los debates, a mi modo de ver en España faltan muchos pero que muchos debates serios. Y cuando digo serios entiendo que estos deberían hacerse debatiendo, y valga la redundancia, sobre problemas concretos, a base de una clara exposición de ideas y sin que ello les exima de su parte crítica. Y que, además de alguna manera, contarán con la participación de los ciudadanos.
Otra cosa es cuando se trata el tema de la corrupción donde hemos presenciado episodios auténticamente aberrantes y que en cualquier democracia avanzada hubiera conllevado la dimisión del mismísimo presidente del gobierno.
Por último creo que ésta es la mayor evidencia de que a la democracia española aún le queda mucho por rodar y despojarse, de una vez por todas, de un pasado todavía demasiado reciente.
Un saludo.