El batiburrillo de las vacaciones (I)

El último día

Un mundo feliz

Justo la última noche antes de las vacaciones fui al cine con mi mujer y mi hijo. “El legado de Bourne” nos sirvió a mi hijo y a mi como excusa para entablar un debate acerca de la puñetera crisis. Mi hijo cree que toda ella se ha constituido en un magnífico pretexto para acelerar un plan preconcebido de antemano y desde hace bastante más de una década, esto es la eliminación del Estado del Bienestar y la conversión de las sociedades occidentales a un modelo donde una clase dominante, desde gigantescas empresas, supedite en una sociedad cuasi-totalitaria al resto de los ciudadanos.

Que duda cabe que esta es una interpretación cada vez más extendida al día de hoy y aunque los hay que creamos que la crisis también puede responder, como hemos argumentado en otros artículos, a una mera cuestión de fe en una doctrina que amén de no haberse cumplido nunca, cuando se ha puesto en práctica solo ha traído dolor y desgracia a la humanidad, la realidad es que el modus operandi de quienes han sido elegidos para salvaguardar los destinos de la misma van careciendo día a día de argumentos en ese mismo sentido. Lo cierto es que a la vista de tanto disparate se hace cada vez más difícil creer que estamos ante un pelotón de torpes que, guiados por una mano divina, estén llevando a millones de familias a la ruina en España, la UE y por extensión al resto del mundo.

Lo de los 400 euros

Del mismo modo podríamos encuadrar aquí lo que decíamos en el apartado anterior. No sabemos si lo del alcalde de Marinaleda habrá tenido o no que ver algo en esto pero hay que ser muy, pero que muy torpe, para no darse cuenta que si se le quitan esos miserables 400 euros a tantas y tantas personas que los necesitan de forma perentoria para poder llevarse algo a la boca, la situación podría haber desembocado en numerosos episodios de ese tipo. Y de los que aún no vamos a quedar libres ya que con semejante limosna ya sabemos que es imposible vivir en España cuando de mantener a una familia se trata.

Estatua de Carlos Fabra

Pero lo que sorprende tanto o más que esto es que todavía destacados representantes del gobierno y de la cúpula del partido que le sustenta sigan diciendo que el objetivo de esos 400 euros ha de ser el incentivo para la búsqueda de empleo y no crear una sociedad subsidiada. ¿Se acuerdan del “que se jodan”, de la hija de nuestro querido Carlos Fabra, el de los aeropuertos sin aviones y las estatuas a lo Abu Sinbel? Una de dos o estos señores -y señoras-, creen que los ciudadanos de este país somos una banda de vagos o que las empresas están demandando ofertas de empleo por doquier, sin que nadie se haya enterado de eso. Diría yo que estos mismos señores -y señoras que se me vuelve a olvidar la hija de Fabra-, saben muy bien que trabajo, lo que es trabajo no hay porque, sencillamente, esos puestos han desaparecido -lo que es peor- y para el poco que queda, hay que tragarse obligatoriamente sapos como puños con salarios y condiciones de miseria. Todo ello en beneficio de sus amigos -o ya no tanto-, que controlan el poder muy por encima de sus cabezas y de los que estos politiquillos de tres al cuarto, a los que financian y sustentan, se han convertido en sus meros brazos ejecutores.

Será, como intuyen muchos, que quieren que asumamos de una vez lo de esa nueva y numerosa clase de desheredados sin derechos que queden sujetos a la bendita y benévola beneficencia de quienes les enviaron a la miseria. Un nuevo concepto de solidaridad, dispuesto a ganarse el cielo, que esta también ahora tan en boga por parte de algunas autoridades, en vez de fomentar el trabajo y la creación de empleos dignos.

O quizá acaben postrados a vivir en el subsuelo, lejos del mundanal y grato ruido de su onerosa civilización -ojos que no ven, corazón que no siente-, tal como atisbaron también desde el mundo del cine y las letras otros tantos autores que vieron en esta despiadada sociedad post-industrial el fin de la civilización.

Un etarra en libertad

Nunca he entendido muy bien todo ese circo mediático que se monta cada vez que un preso de la ETA puede ser excarcelado por uno u otros motivos. En esta ocasión, supongo, que la administración del estado habrá actuado conforme a derecho como no podría ser de otra forma. Otra cosa muy distinta es ver como por lo mismo, cuando el actual partido de gobierno estaba en la oposición, armaba toda una trifulca contra esas mismas resoluciones. En fin, supongo también que eso responderá a ese extraño juego de la política “con minúsculas” a las que nos tiene acostumbrado el conglomerado PPSOE.

Con respecto al circo mediático al que hacía mención antes, con frecuencia he tenido la sensación que si la prensa no hubiese querido sacar tajada de ello, probablemente tanto ETA como su entorno no hubiesen gozado de tanta publicidad gratuita y, que duda cabe, ello habría ayudado más a solucionar el problema que ha enquistarlo como siempre.

Y hablando de todo un poco, ahora que también se habla de la susodicha Doctrina Parot y del varapalo a la justicia española desde la alta judicatura europea, la verdad que nunca he acertado a entender porqué si un día se me ocurre asaltar un banco y llevarme por delante a media docena de inocentes, aunque me echen 180 años de condena redimiré  sobre un máximo de 30, pero si encuentran en mi casa un papelito que diga que reivindico el hecho en nombre del Grupo por la Liberación de la Vega Baja del Guadiana -aunque yo fuera su único representante-, y para colmo me encuentran en la biblioteca los Cuentos de la Alhambra o las Mil y una noches, tendré que redimir sobre los 180. En mi ignorancia  jurídica lo que si me parece entender es que si la ley, de una forma u otra, se aplicara del mismo modo en ambos casos, nos evitaríamos otras tantas interpretaciones y, en consecuencia, menos problemas y menos espectáculo.

El lío de Assange

Uno siempre ha tenido respeto por la cultura escandinava en general y cuesta creer que si el señor de Wikileaks va a dar con sus posaderas ante la justicia sueca esto solo sea una excusa para mandarlo a EE.UU. y allí ser pasto de los tiburones por sus semejantes atrevimientos. Pero en el mundo que vivimos ya no podemos fiarnos ni de la camisa que llevamos puesta por lo que no pondremos la manos en el fuego por ello. Cruda la tiene la diplomacia internacional para deshacer el entuerto ahora que los ecuatorianos parecen que le han hecho hijo predilecto. Curioso también el hecho en un país como Ecuador que la censura acalla la voz de los que discrepan con su gobierno.

El revuelo que ha formado este hombre con el asunto Wikeleaks. Al fin y al cabo no es lo mismo suponer que en este mundo casi todo es una tapadera para esconder las porquerías y miserias de quienes gobiernan en la sombra y dirigen los hilos de esta infame clase política atribulada por el poder de quienes les acomodan en sus poltronas, que darlo por escrito y de forma pública a todos los comunes mortales del planeta. 

Mileuristas

Esta mañana leía la prensa local pacense en mi móvil en la playa -que conste no es con ánimo de ofender, ya saben por aquello que dijo Rajoy de “felices vacaciones, el que pueda”-,  si no para seguir al tanto de las cosas, y ver si ha pasado allí algo de relevancia. En fin, ya saben, para chinchorrear un poco de una capital provinciana como la mía donde suelen pasar tantas pocas cosas. Y que, por desgracia -como suele ocurrir en el resto de los casos-, solo salta a la primera plana de la actualidad cuando pasa alguna desgracia fuera de lo normal. Pero mira por donde hoy me encontré con un trabajo interesante, más del 50 % de los trabajadores extremeños apenas si alcanzan los 12000 de euros de ingresos al año. Y ese dato era conforme a la Renta 2010, es decir que cuando se tengan los datos de la de 2011 estos, sin duda alguna y a la vista de los acontecimientos, serán aún peores.

No hay que ser muy sesudo en la materia para darse cuenta que así no vamos a ninguna parte. Que así es imposible que pueda haber recuperación, que el dinero circule y la economía crezca, que se creen nuevas ocupaciones y nuevos puestos de trabajo que, en definitiva esta castigada sociedad sea capaz de levantar cabeza de la miserable situación a la que le ha conducido la insensata avaricia de unos pocos -los que se van de rositas-, en detrimento de todo el resto de la ciudadanía -los que pagan el pato de esa misma insensatez-.

Groenlandia se deshiela

Hace tiempo que nos dijo ya Rajoy lo de su querido primo. Parece que el hombre, puesto él en la materia, le había dicho que eso del cambio climático era una falacia o cuando menos una cuestión baladí. Y, claro, viniendo de familia, Mariano se lo tenía que creer. No va a creerse sino a los millares de científicos restantes que, repartidos por los cinco continentes, nos llevan hace tiempo advirtiendo de que está pasando algo con el clima y no es nada bueno.

Aunque la empírica es la madre de la ciencia, no parecen suficientes las evidencias para Mariano y su primo. Ahora Groenlandia casi se ha quedado sin glaciares, por primera vez desde que existen registros conocidos. Será, a lo mejor, que un rayito de sol se desvío de  Torremolinos y acabó entre focas y ballenas por aquellos confines de la Tierra.

Esta claro, si nos llueven sapos,cualquier día de estos, será un túnel horadado en el tiempo que nos devuelva a las profecías del Egipto de los faraones. Querido Primo.

Volvió el fútbol

Uno nunca se las ha arrojado de perfecto, sino más bien de todo lo contrario y por eso tiene esa debilidad por el fútbol. Y digo esto no por el deporte en sí, como es de imaginarse, sino por toda esa caterva de disparates que envuelve a una pelotita para la que el único fin debería ser llegar al fondo de una red tras una buena jugada.

Ya transigimos con aquello del espectáculo. Bueno, al fin y al cabo a uno le gustan los colores y esas cosas pero eso de que sea solo un negocio, se sale ya de los cánones más  elementales de la cosa deportiva. En España, claro lo dice uno del atléti -que para colmo nunca convino con el clan del tío Gilito-, la liga se ha convertido en una cosa más que mafiosa donde todo gira entorno a dos clubes, en una competición multimillonaria donde nadie paga lo que debe al fisco con la connivencia, como no, de nuestros distraídos politiquillos y se habla más de las pedorretas de los magnates de la bola que de lo meramente deportivo.

Por eso a las olimpiadas, como decía aquel, solo acuden un grupo de amigos y no los mejores que esos se reservan para la Copa del Mundo que, sobre todo para quien la organiza -ese engendro llamado FIFA-, es un negocio puro y duro como para andarse perdiendo el tiempo en aquello del espíritu olímpico y esos asuntos de menor provecho.

Pero, en fin, que uno es del atléti y qué se le va a hacer.