martes, 14 de junio de 2011

Idiotas (07.03.11)

El 21 de diciembre de 1988, 270 personas perdieron la vida tras la explosión de una bomba colocada en un Boeing 747 sobre la ciudad escocesa de Lockerbie. Muamar al Gadafi, el líder libio y máximo patrocinador del terrorismo internacional por aquellos entonces, fue declarado instigador del mismo y marginado por la comunidad internacional. Pero su petróleo, gas y la indemnización pagada por aquel atentado -30 millones de dólares, en 2006-, lo convirtió de la noche a la mañana de un sátrapa a un estimable amigo de los mismos que le condenaron. Así el primero en abrir carrera fue José Mª. Aznar quien se encargaría de abrir paso, entre dadivas y más regalos, a los Berlusconi, Sarkozy, Merkel, Zapatero, y un sinfín de etcéteras que pretendieron olvidar quien era el Gadafi de solo unos años antes. Hoy, este siniestro personaje, vuelve a mostrar “su verdadera cara”, realmente la que nunca perdió pero que los intereses de las potencias occidentales –nuestros intereses-, se habían encargado de ocultar, con sus inversiones en toda Europa y sus jaimas y excentricidades plantadas en medio de cualquier capital europea. Y así, podríamos dar inicio a una larga historia de individuos como este, desde Saddam Hussein o el propio Bin Laden hasta Gadafi pasando por los cabecillas, reyes y líderes de la mayor parte de países de nuestro entorno, Marruecos, Túnez, Egipto, Arabia Saudí y un tan largo etcétera, imposible de enumerar en estas pocas líneas.  Y este es el mundo que tenemos, el que hemos construido entre todos, el de la avaricia, el de la codicia, el de “mirar a otro lado” cuando no interesa y solo el poder y el dinero cuentan. Una doctrina que ha calado tan hondo en todos los estratos de la sociedad que ha terminado descubriendo esta Crisis a la que no se le ve fin y que ya ni siquiera sabemos si lo tendrá, porque a la vista de lo que oímos cada día en la barra de cualquier bar, en el fútbol, en la puerta de la escuela, en el  estanco, en la lonja, parece que estuviéramos esperando el pistoletazo de salida para volver a construir ciudades fantasmas donde ahogar nuestras penas y especular nuevamente con nuestras vidas en esa cruel simbiosis de riqueza y felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario