miércoles, 27 de julio de 2011

El 15M sigue ganando

El pasado fin de semana el Movimiento 15M ha vuelto a hacer otra demostración de fuerza en Madrid ya que se estima que más de 30.000 personas participaron en la convocatoria lo que habría que traducirlo como un gran éxito teniendo en cuenta las fechas en que nos encontramos. Es de prever que la derecha más rancia comparará estas cifras con la de los asistentes a la próxima visita del Papa… pero en fin, eso será otra historia.

Lo que es rigurosamente cierto es que algo realmente está influyendo el Movimiento para que los políticos lo tengan cada vez más en cuenta o al menos opinen sobre ello. “Lo importante es que hablen, aunque sea mal pero que hablen”. No  es fácil creer a Rubalcaba, quien parece que esté asimilando alguno de sus postulados para su campaña, cuando se ha pasado tantos años alejado de la socialdemocracia que, en virtud a las encuestas, conforma el núcleo más mayoritario del 15M. Pero si es posible que incida en las bases del PSOE y que, tras su próxima travesía del desierto, se den cuenta de los errores cometidos y vuelvan a sus principios sobre esa base socialdemócrata que construyo la Europa del Estado del Bienestar hasta que la borrachera neoliberal se adueñó del continente para desmantelarlo o reducirlo a su mínima expresión.

Por lo que respecta al PP, mejor no hacer caso al 15M parecen instarse desde el mismo ya que cualquier refriega con un movimiento que cuenta con las simpatías del 70 % de lo población y parece estar en las antípodas del ideario del partido podría ocasionarle más perjuicios que beneficios cara al inminente envite electoral que parece serle tan propicio. Del PP ya se sabe que “cuanto peor, mejor” y le es preferible presentarse ante su electorado con esa filosofía basada en un futuro incierto que tan buenos resultados le ha dado hasta ahora antes que entrar en un debate ideológico que no le conviene. O lo que es lo mismo eximiéndose de cualquier responsabilidad que le competa a pesar de que haya sido su doctrina y la de sus coetáneos neoliberales durante las últimas décadas y por todo el globo –incluido este PSOE del siglo XXI-, la que ha devengado en la actual situación en que se encuentra todo el mundo súper-desarrollado.

Del resto de los partidos con opciones al Parlamento en las próximas elecciones, desgraciadamente, podemos ahorrar comentarios en cuanto a sus simpatías o no con el 15M ya que el sistema electoral español está tan viciado ante la poderosa maquinaria de los dos principales partidos y las normas electorales que favorecen sobremanera dicho bipartidismo, que la participación de estos en la vida parlamentaria quedará reducida a un aspecto casi decorativo ante la perspectiva de una mayoría absoluta aplastante como se prevé consiga el Partido Popular en las inminentes generales.

Ese es el error -al que le reclama el PP a cometer en las pocas ocasiones que se refiere al mismo-, que nunca debiera perpetrar el 15M, convertirse en un partido político para participar en los procesos electorales. El sistema le eliminaría casi completo tal como ocurre con los partidos minoritarios que no cuentan ni pueden contar con los medios y garantías suficientes para con sus patrocinadores. El 15M ha de ser un movimiento -eso si mejor organizado pero eso el tiempo lo irá canalizando-, que ha de estar presente y expresar con claridad, rotundidad y de una forma pública la sensibilidad de la mayor parte de la gente ante la clase política que se ha prestado a dirigir el destino del pueblo y que, en tantas ocasiones, se olvida de la realidad y necesidades de quien les prestó en las urnas su confianza.

Además, el 15M trasciende cada vez más nuestras fronteras y hasta el Nobel de Economía Joseph Stigliz, se ha interesado por su proximidad al mismo, asistiendo y participando en una de sus asambleas del lunes pasado, aprovechando una fugaz estancia en Madrid. Los principales diarios del mundo –Le Monde o el Washington Post, entre otros-, se han hecho eco de dicha concentración este fin de semana. Y el eco y modelo de sus protestas toma forma en muchas capitales del planeta. La más reciente y numerosa en Israel donde miles de acampados reclaman al estado el extraordinario encarecimiento de la vivienda con fines especulativos. Y ese ha de ser uno de sus principales cometidos la traslación de sus principales reivindicaciones a toda Europa hasta forzar a los dirigentes de la UE a un cambio de modelo que evite llevarnos al precipicio como está ocurriendo ahora.

El camino es largo y difícil y los palos entre las ruedas se sucederán continuamente con toda clase de tropelías infundadas y a cual más disparatada. Solo hay que ver, leer y oír los comentarios en los medios más conservadores. Es obvio que la justicia social siempre ha chocado de frente con la nobleza. Pero es necesario seguir adelante. La próxima cita será el 15 de Octubre fecha en la que hay convocada una movilización en toda Europa entorno a estos movimientos. Esa será la próxima parada y otro nuevo momento para seguir creciendo.

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