sábado, 30 de julio de 2011

Generando confianza: las elecciones

La verdad que a uno le importa un bledo, o casi, que las elecciones se celebren en Noviembre y se hayan adelantado apenas 3 o 4 meses. Quizás esté bien por aquello de evitar “el chantaje” de los nacionalistas ante los presupuestos generales o, al menos, eso es lo que dicen algunos de nuestros afamados tertulianos. Aunque eso sería tanto como asumir que nuestros políticos son unos chantajistas y no unos políticos, con lo que todavía peor nos ponen la cosa. De lo de ir a votar, me refiero.

En cuanto a los resultados previsibles, más previsibles imposible. De no darse un cataclismo sin precedentes, el PP va a arrasar –que sino Mariano ¿donde iría a parar?-. Y Rajoy se comerá el turrón en La Moncloa. El PSOE quedará con primer partido de la oposición a años luz de distancia y los demás casi no contarán para nada. Además ya se han encargado PP, PSOE, CIU y PNV de eso en la última reforma de la Ley Electoral.

En cuanto a lo político poco o nada que esperar. Rajoy no se han cansado de repetir hasta la extenuación que “hay que generar confianza en los mercados”, con lo cual ya sabemos que se va a seguir gobernando de espaldas al pueblo y a lo que manden estos especuladores canallas que tienen amordazada no solo a España sino a toda la UE.

En cuanto a lo del programa oculto del PP, desde la tesitura actual –desde hace muchos años ya-, en la que los gobiernos dejaron de gobernar poco o nada cabe esperar. Primero porque pocos cambios pueden esperarse cuando vamos a pasar de un gobierno de corte liberal a otro neoliberal. Es decir más de lo mismo: recortes, recortes y más recortes para sanear las arcas públicas o lo que es lo mismo seguir engordando la barriga de “esos encamisados calzonazos que dirigen el mundo apostados desde un portátil en su coralina playa, paraíso fiscal donde los haya”. Sorpresas pocas o ninguna que, de tener previstas acciones realmente transformadoras, las hubieran presentado en el parlamento a modo de moción de censura hace mucho tiempo, aunque solo fuera por aquello del patriotismo. Y por excusas, las de siempre… “el estado en que nos han quedado el país” y “…hacemos lo que Europa y los mercados nos demandan que es lo que España necesita” (sic). Además desde que quedo a la vista el estado real de las cosas tras la caída de Lehman Brothers el 14 de Septiembre de 2008, ya ha habido varios cambios de gobierno, incluso de supuesto signo político, a lo largo y ancho de todo el globo sin que la situación deje de ir a peor.

Mientras, para el PSOE empezará su particular travesía del desierto. Esperemos que el 15M y movimientos similares puedan sembrar en sus bases para recoger dentro de unos años y desear que esa socialdemocracia que después de la 2ª. Guerra Mundial recuperó, desarrolló, construyó el estado del bienestar y puso a Europa como la región socialmente más avanzada del planeta  renazca de sus cenizas para devolver al continente su esplendor. Bueno sería también que la democracia-cristiana clásica que tanto aportó a ello y se encuentra desaparecida –aprisionada por la apisonadora neoliberal-, fuera capaz de deshacerse de sus ligaduras para sumarse a ello.

Pero habrá que esperar cuatro años más para eso. Esperemos que no sea demasiado tarde.

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