martes, 20 de septiembre de 2011

Eco… fin

La reunión del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin), en Polonia ha resuelto…  no resolver nada, en su línea habitual y, también en la misma línea, ha puesto de manifiesto que hay que seguir ayudando a la banca para evitar su descalabro.

Mientras, en Nueva York, San Francisco, Seattle, Berlín, Madrid, Tel Aviv, Toronto, Lisboa, Frankfurt, entre otras muchas, indignados de todo el mundo se manifiestan –también acampan en Wall Street-, contra la dictadura de las finanzas y de los mercados, en definitiva contra la dictadura del poder del dinero.

Por su parte, mientras sus ministros reflexionan y reflexionan, Europa se hunde, aplicando las mismas medidas para salvarla que la llevaron a la ruina y las mismas políticas que desde las dos últimas décadas la han conducido a esta crisis como la desregulación de los diferentes sectores de la industria y el comercio, la desinversiones públicas, la merma en las condiciones laborales, etc. Incluso se resiste a las aseveraciones de Tim Geithner, Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, acerca de la errónea política que está llevando la U.E. al respecto, por cuánto en el continente se apuesta solo por los recortes y la austeridad generándose en consecuencia más y más desempleo. Por su parte Obama apuesta por la creación de empleo en primer lugar mediante un paquete combinado de inversión pública y reformas fiscales, dejando en un segundo plano las prioridades europeas, todo lo contrario a las políticas impulsadas por la Unión y que están realizando todos los países que la componen. De hecho en España es la política que está proponiendo el PP en la CC.AA. como ejemplo de las que estarán por llegar cuando alcancen el gobierno central en Noviembre: más y más recortes. 

No sabemos si el plan de Obama funcionará  -probablemente ni llegué a ponerse en práctica por el rechazo de la mayoría republicana del Congreso-, pero al menos la realidad histórica nos dice que fue así como Estados Unidos salió de la Gran Depresión y como Europa se rehízo tras la devastación de la 2ª. Guerra Mundial. Y, además, es otra visión distinta de la que ya hemos comprobado en el viejo continente que solo está dando pésimos resultados cara al empleo, imposibilitando  el aumento del consumo interno, verdadero motor del crecimiento y desarrollo de un país, por encima en todo caso del valor añadido de sus exportaciones.

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