Más mentiras sobre los recortes y la reforma constitucional.

No puede uno dejar de dar crédito a la cantidad de necedades que están diciendo o pretenden argumentar los politiquillos del PPSOE (PP+PSOE), acerca de la reforma constitucional que acaban de inventarse–y van a conseguir en un plis-plas-,  para satisfacción de esos malditos mercados a los que se les da “prioridad absoluta” en la misma, conforme a lo que se dice en la modificación propuesta del art. 135 de la Constitución,  la norma fundamental que rige los destinos del pueblo.

Estamos ante la antesala de lo que será la base primigenia de la teoría neoliberal recogida de facto en la propia Constitución, fundamentándose para ello en una política de recortes, recortes y más recortes en los servicios del Estado tal como marca la misma. Con la pretensión, además, de engañar al pueblo con la falacia de que dichos recortes, recortes y más recortes no van a redundar en una merma de dichos servicios. ¿Por qué habrá dicho entonces nuestra pluriempleada Cospedal, acerca de los recortes adoptados por el nuevo gobierno de su Comunidad, que habrían de resultar impopulares? Seamos realistas, si nuestros serviles politiquillos se han doblegado definitivamente a las riendas de los tiburones de las finanzas que controlan sus afamados mercados, cómo es de imaginar que una política de recortes del gasto público no vaya a repercutir en los servicios sociales de un país tan subdesarrollado socialmente como España con respecto a sus vecinos del norte. 

“En España el problema no es la deuda, sino el déficit” nos especifican ocasionalmente –y cuando les interesa-, los correligionarios de la clase política dominante. Pero, ¿por qué no se explica también cómo se ha llegado a ese déficit, o exceso de déficit –a saber-? ¿Por qué no se informa clara y abiertamente a la población que las políticas neoliberales llevadas a cabo en los últimos 15 años son las responsables de ello? Sin duda no parece interesarles que sus paisanos sepan que el motivo fundamental que ha servido para ensanchar la diferencia entre los ingresos y los gastos del Estado están principalmente en ese casi 40 % que han disminuido los impuestos para las clases altas en todos esos años –solo el 2% en las clases medias y trabajadoras-, el descontrol recaudatorio sobre las mismas, la permisividad en la fuga de capitales, esa misma permisividad en el desmantelamiento de la industria nacional hacia otros países con modelos laborales en régimen de cuasi-esclavitud, en el beneplácito para el desarrollo de la burbuja inmobiliaria y las diferentes burbujas financieras promovidas por los mismos que ahora intentan ponerle la soga al cuello al Estado y por ende a sus ciudadanos.

¿O tan ciegos han sido en el PPSOE que llevan alternándose mayoritariamente todo ese tiempo tanto en el gobierno del país como de la mayor parte de sus comunidades autónomas y ayuntamientos para no darse cuenta de los que estaba ocurriendo? Basta ya de mentiras y de engaños, por eso exigimos un referéndum para que el pueblo conozca la verdad y decida las prioridades de su destino.