miércoles, 14 de diciembre de 2011

Extremadura: lo que era de esperar

En las últimas elecciones autonómicas la noticia recorrió todo lo ancho y largo de la geografía española: IU apoyaría la investidura del candidato del PP en la C.A. de Extremadura. El PP solo había obtenido mayoría simple en la Asamblea de Extremadura y presentaba a presidente de la  Junta a J. Antonio Monago , que acabó siendo “bendecido” por la coalición de izquierdas en detrimento del anterior presidente del PSOE, Guillermo Fernández Vara y en contra de la decisión adoptada por la dirección nacional de la misma.

Como era de esperar y así lo anunciamos en el artículo que publicamos en su día al respecto, no tardarían mucho en producirse los primeros encontronazos de relevancia entre un partido resuelto al neoliberalismo, como es el PP, y un grupo como IU, cuyo principal integrante es el Partido Comunista de España. En poco o nada pueden coincidir dos maneras de entender la sociedad que se encuentran en las antípodas una de la de la otra y de ahí que haya sido en los presupuestos generales de la Comunidad, que vienen a poner en pie las mismas, donde el problema se ha convertido en mayúsculo. ¿A quién podría pasársele por la cabeza, ni siquiera por un instante, que unos políticos de marcado carácter socialista –a la izquierda incluso de la socialdemocracia clásica-, podrían apoyar unos presupuestos donde se prima la austeridad y las rebajas tanto en las inversiones públicas como en los servicios públicos y sociales en todos los ámbitos que, al margen incluso de una situación de crisis sistémica como la actual, habrán de representar en toda lógica los argumentos neoliberales?

P. Escobar y J.A. Monago
Pedro Escobar, líder de IU en Extremadura, debería haber sido más reflexivo y analizar el futuro inmediato. Si realmente hubiera sido más avispado, habría debido suponer que ante el desastre que se avecinaba para el PSOE en las elecciones generales –aunque se hubieran respetado hasta el próximo año-, tarde o temprano se vería este obligado a recobrar sus orígenes socialdemócratas e intentar recuperar su electorado natural. Lo que hubiera acercado sus tesis a las de IU, y habría permitido una mejor gobernabilidad de Extremadura.  Pero pudieron más, a saber, sus deseos de venganza por los repetidos desprecios del PSOE socio-liberal a lo largo de los años o su particular visión del sentir de las urnas. En uno u otro caso ¿acaso no sería más lógico pensar que IU siempre estará más cerca del PSOE, por mucho que haya virado a la derecha que de un partido como el PP amarrado a la ultra-ortodoxia liberal, una doctrina que ha promovido la mayor crisis mundial de los últimos 80 años y las mayores desigualdades de la historia reciente?

En fin, veremos a ver los extremeños como salimos de esta, ante la incapacidad manifiesta y reiterada de quienes, de una manera u otra, nos gobiernan. O intentan algo parecido a eso, ya que, lamentablemente, dada la media de calidad política de lo que vemos cada día tanto en los foros nacionales como europeos, no parecen andar muy lejos los unos de los otros.  

2 comentarios:

  1. Para mí los políticos son todos iguales, cambian de chaqueta y en ocasiones se la prestan unos a otros, según les convenga.

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  2. Bueno yo, hasta no hace mucho, creía que la mayoría de las personas que se inician en la carrera política era porque creían que podían hacerlo bien. Hoy no tengo no solo solo mis muy serias dudas al respecto sino que, por error u omisión, pienso que la mayoría de los políticos de este país NO representan verdaderamente al pueblo, por decirlo de la forma más suave posible.

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