lunes, 25 de junio de 2012

Rescate y crecimiento, un chorro de… ¿buenas noticias?

El gobierno ha anunciado ya que, por fin, ha pedido oficialmente el rescate bancario, crédito, apoyo financiero, inyección o como quiera que se llame. Es decir que ya le hemos enviado “la carta” a quien corresponda para que se vaya aflojando el bolsillo y ayude no solo a que los depositantes, los incrédulos ciudadanos que tienen sus ahorros en sus cajas o bancos salvaguarden su dinero, sino también para salvarle el culo a toda esa caterva de multimillonarios que han contribuido todo lo posible para llevar a este país a la ruina desde sus pomposas poltronas al frente de sus entidades financieras, aunque para ello tenga que justificarse el gobierno bajo ese mantra del “too big to fail” (demasiado grande para dejarla caer).

Por cierto que, ahora también andamos pillados por las autopistas, una vuelta de tuerca más de la ley del suelo de Aznar que, como no, se apremió a segundar el gobierno Zapatero en toda regla. Autopistas súper-deficitarias que no conducen a ninguna parte solo al descrédito de quienes las impulsaron y quienes las construyeron amparados en lo que iba a ser el negocio del siglo en una economía de crecimiento infinito e ilimitado. Y, parece ser que también tienen que ser rescatadas por el erario público para evitar perjuicios mayores. Cómo decía aquel, si debes cien mil pesetas tendrás un problema pero si debes mil millones el problema será de otro. Y si no que se lo digan a los parados, a los desahuciados, a los pequeños empresarios y autónomos con mil y un problemas…

Otra buena noticia, las cuatro primeras economías del continente “han descubierto” que solo con recortes y austeridad no vamos a ninguna parte y hemos de apostar también por el crecimiento. Para eso la U.E. va a poner el 1% de su PIB a tal cometido, o lo que es lo mismo unos 130.000 mill. de euros. Aunque Hollande no sea muy de fiar, más parecido a un socioliberal a la nueva usanza de los Zapatero, Blair, Schröder con sus “terceras vías” y esas raras cosas, algo tendrá que influir en el contexto dado el enorme peso de Francia dentro de la comunidad europea. El problema es que parece que no sabemos ni cuando, ni como, ni dónde. Y lo que es peor, si dividimos esa cantidad entre los 27 países de la Unión ¿a cuánto cabemos cada uno, por muy proporcionada que se elija la fórmula? ¿Una autopista más?

Volviendo al famoso rescate bancario, según dicen todos los analistas consultados –que dicen esos sesudos contertulios de la tele-, si una de las finalidades más importantes del mismo es que el crédito circule para ayudar a las empresas a crear empleo y a las familias al gasto, esto tardará no menos de un par de años. ¿Y mientras tanto? No obstante hemos escuchado ahora a nuestro también sesudo Rajoy decir que el crédito volverá… a quienes sean solventes. Ah, ¿pero es que ahora a los solventes tampoco se los dan?

Paciencia, reclaman desde las altas esferas del poder y la gloria. El problema radica que la percepción “del tiempo” es por completo distinta desde el punto de vista que se trate. Sobre todo para aquellos que “no pudieron seguir apretándose el cinturón y han acabado por comérselo”.

2 comentarios:

  1. Tengo la sospecha de que el dinero, por su propia física inherente, acabará en el bolsillo de los de siempre. Digamos que el vil metal tiene propiedades magnéticas, pero solo cuando está cerca de elementos de su misma clase -y a ser posible, en grandes cantidades-.

    Con esto quiero decir que los países de Europa bien podían recortar en gastos militares, pongamos un 2% cada uno, y con eso ya tendríamos suficiente para tapar crisis, potenciar educación y sanidad y hacer autoestopistas, si quieren, hasta Júpiter. Pero eso es impensable, prefieren destinar una cantidad simbólica, de cara a la galería, mientras el flujo del dinero permanece invariable.

    Al fin y al cabo, ¿quién paga todos estos recortes, rescates y ayudas? El ciudadano, sea del país que sea. Porque el dinero, mal que nos pese, no se crea de la nada, se crea de "comerciar con nada".

    Un saludo.

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    1. Ya te digo que, ójala el BCE actuara -con sus defectos y virtudes-, como una auténtica reserva e "hiciera dinero" como lo hacen los auténticos bancos centrales. España, como el resto de los países, cuando se encontraba ante una situación dificil, devaluaba su moneda y así se ha conseguido salir adelante en numerosas ocasiones. No es que sea eso la panacea, ni mucho menos, pero mejor de lo que estamos ahora seguro que lo estaríamos si el BCE obrase de ese modo y no como un lobby de los grandes capitales como viene haciendo hasta ahora.

      Y si a alguien se le ocurriera empeza a recortar "por arriba" y no, como ahora, solo por los "de abajo".

      Un saludo y muchas gracias por comentar.

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