Jeremy Corbyn: Una nueva esperanza.

Jeremy Corbyn es el nuevo líder del partido laborista del Reino Unido. En este mundo cada vez más deshumanizado y donde parecen haber desaparecido toda clase de valores, muchos dirán que eso les importa un carajo. Otros, como yo mismo, creemos que Corbyn, un socialdemócrata a la vieja usanza, es otra nueva esperanza para hacer posible ese futuro con el que, hasta hace solo unas pocas décadas, soñaban los políticos de las grandes democracias europeas. Un futuro basado en la paz, la libertad, la solidaridad y el bien común.

Pero Corbyn lo va a tener extraordinariamente difícil, incluso dentro de su propio partido. Y con Tony Blair a la cabeza en su papel de embaucador de esa 3° Vía que si bien llevó a su partido al gobierno durante más de una década, hizo virar tanto al centro a los tradicionales partidos socialdemócratas europeos que acabaron perdiendo la esencia de todos aquellos valores. Tanto que a los que pretendemos mantener aún aquellos principios nos llaman ahora radicales.  Su principal consecuencia es que esos mismos partidos  acabarían perdiendo también la confianza de sus respectivos electorados al ser coparticipes de la actual crisis fruto de la ingeniería liberal y no haber adoptado medidas contundentes frente a la misma.

Es curioso cómo han cambiado las cosas desde los albores de la Unión Europea, los años 50, 60, 70 e incluso hasta los 80. Hoy vivimos en esta especie de totalitarismo económico, donde el poder del dinero ha borrado por completo el camino hacia Utopía. Que ha conseguido, por ejemplo según el último informe de Intermón Oxfam, que en España la mitad de la población tenga problemas para llegar a final de mes, mientras crece el número de sus multimillonarios. O que Europa ponga mil obstáculos a unos pocos cientos de miles de refugiados entre sus más de 500 millones de habitantes cuando entre Jordania y Líbano, dos países minúsculos, han acogido desde que empezó la guerra a varios millones de sirios y ni siquiera han recibido ayuda alguna de la U.E. por mucho que lo hayan pedido.

Jeremy Corbyn a lo largo de sus 66 años ha demostrado sobradamente que poco tiene que ver con la política actual. Si consigue superar todas las zancadillas que se va encontrar en su camino y reconquistar el corazón de los británicos, el peso del Reino Unido en el continente podría volver a ilusionar el corazón de Europa. No obstante, David Cameron, el actual primer ministro conservador, tiene todavía 5 años por delante de mandato y en ese tiempo pueden pasar muchas cosas. Pero si Corbyn, desde ese mismo Partido Laborista que en otro tiempo creó el estado del bienestar, es capaz al menos de motivar las bases de la socialdemocracia, no solo británica si no también europea, máxime tratándose su partido de un partido históricamente de gobierno, habremos dado un paso adelante para esa sociedad más justa que imaginaron nuestros predecesores.

Nadie podría pensar que unos cuántos intelectuales podrían derribar la monarquía absolutista de Luis XVI, en la Francia de finales del SXVIII. Pero no solo hicieron eso, si no que marcaron el inicio de una nueva era en la historia...