Acabo de llegar de vacaciones y durante unos cuantos días no he querido inmiscuirme mucho en esto de la cosa política visto lo visto el panorama de la misma en España, mientras hay tantas necesidades por atender. De todo orden, pero sobre todo en materia de empleo, dependencia y ayuda a tantos que lo necesitan.
Pero, a pesar de haber andado, de pueblo en pueblo, recorriendo buena parte de esas maravillosas tierras del norte de España, algo sí que me ha salpicado de las lindezas de los gendarmes de este país. Y lo que más me desconsuela es que, por mucho que quiera mirar a otro lado aunque solo sea como desahogo unos pocos telediarios, al final me acabo enterando que todo sigue igual o peor.
Para más escarnio lo de la cuestión catalana, como si eso más allá o más acá fuera a resolver los problemas de verdad de la gente. Parece ser que, ni cortos ni perezosos, allá, quienes ganaron las recientes elecciones al Parlament andan diciendo que en menos de lo que dura un San Luis iniciarán las gestiones para ir preparando sus administraciones públicas cara a una república independiente. Ahí va con el órdago, un auténtico desatino cuando ya no es que no exista una abrumadora mayoría de catalanas y catalanes proclives a la independencia es que, ni siquiera la mitad de los mismos a tenor de los últimos resultados electorales están por ella.
Y claro, como si pareciera más interesado en que así sea que de todo lo contrario -no en vano su actitud negligente ha hecho que desde que llegara al gobierno se hayan duplicado el número de catalanes favorables a la escisión-, Mariano Rajoy ha salido acá, presto a la palestra, advirtiendo que el peso de la ley caerá sobre todo aquel que se mueva en esa foto, cada vez más en blanco y negro, en la que ha convertido España. Y no solo eso sí no que también ha acudido raudo a llamar a los principales líderes políticos, hasta al mismísimo Pablo Iglesias, para mostrar entre todos su fraternal españolismo.
Pero de atender la cuestión nada de nada. Sin duda el verbo dialogar, como nos ha dado muestras en toda su legislatura tanto en este como en la mayor parte de los temas, hace tiempo que salió de su diccionario y así los problemas se van multiplicando, mientras para él y su gobierno solo cuenta eso de la recuperación económica de unos pocos mientras que la de los demás le dan trato de un "quítame allá esas pajas" y poco más.
En fin que volvemos a la carga del trabajo y menuda campaña electoral que nos espera, puestos a desgañitar quién es más español o más catalán y que a la gente, mientras tanto, "le den" que, al fin y al cabo, ya les enseñaron bien a callar.
De acuerdo con tu descripción de cómo están las cosas. Todos pendientes de Cataluña, mientras los catalanes y, en general, los ciudadanos están mal a más no poder. Parece un país de monstruos insensibles, pendientes únicamente de acumular dinero, no de seres humanos. ¿qué de los niños que en España, incluida Cataluña, pasan hambre? ¿qué de los que huyen de las guerras, fabricadas por nosotros, como ha indicado Tony Blair? Un desastre
ResponderEliminarUn saludo
El tema catalán es, sin duda, una cortina de humo para distraer la atención de otros asuntos, al igual que ISIS y muchos otros problemas de "urgencia" que en el fondo solo sirven para distraer y evadir responsabilidades más apremiantes.
ResponderEliminarAhora bien, los representantes políticos catalanes llegaron a ese puesto mediante los procesos democráticos establecidos en España. Por tanto, son representantes locales del Estado y deberían atenerse a las regulaciones del mismo. No concibo que un presidente autonómico pretenda secesionarse, ignorando por completo la dividida opinión pública. Acaso tal intención debería ser motivo de despido inmediato.
Y, para ir acabando ya, ojalá las personas implicadas se dejasen de luchas superfluas e irrelevantes que no ayudan a nadie y decidiesen colaborar en una lucha más importante, por la naturaleza y la sostenibilidad de esta especie en un planeta que, a estas alturas, parece una cloaca.
¿ Cansinos ? NO , no son cansinos son otra cosa mucho peor , por otra parte esto no es " la cuestión catalana " como el caso Gurtel no es el caso Gurtel sino el caso PP y así muchas otras cosas que no se llaman por su nombre para " despistar " a los ciudadanos de la verdadera realidad . Esto es una mas de Don Mariano a lo que se ha sumado Arturo I de Cataluña ,a los dos y por distintos motivos les va MUY bien esta " historia , pero aquí estamos nosotros mismos como reflejo de otros muchísimos ciudadanos repitiendo una y otra vez lo que ELLOS quieren alentados por esa extensísima corte de periodistas y tertulianos a los que dicho sea de paso les va de " perlas " y todo esto es porque hay mas periodistas que noticias . Los ciudadanos tienen que centrase en los " nos interesa " que son las próximas elecciones , centrándonos en LAS COSAS que hacen y no tanto en las cosas que dicen los candidatos , porque las palabras " el viento se las lleva " y en este país ya tenemos LARGA experiencia en que nos digan unas cosas para luego hacer otras , centrémonos en ESO en las elecciones , esta vez hay MUCHO mas en juego que gane este o aquel , nos jugamos EL CAMBIO , el SALIR de lo que nos ha traído hasta aquí y intentar entrar en un futuro algo mas digno , mas equitativo y mas justo . Un cordial saludo
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