Acabo de leer la «Declaración de Nueva York» y como en otras ocasiones he vuelto a constatar que toda ella se reduce a una serie de manifestaciones grandilocuentes que hemos visto y oído tantas veces y que en poco o nada han servido más allá de una mera declaración de intenciones y buenos deseos...
Me ha parecido muy oportuno y bueno tu análisis.
ResponderEliminarNo tengo tiempo para decir más.
Un saludo