El resultado: la hora de la política.

Fuente: El Diario.es

Llegó el momento de la política de verdad, de la política con mayúsculas. La democracia española tiene una oportunidad histórica para alcanzar su mayoría de edad y con ello acercarse, de una vez por todas a dar a la política, a través de su capacidad de negociación, todo su sentido como en las grandes democracias europeas con siglos de existencia y que nos aventajan en tantos aspectos. Uno de ellos precisamente ese, su capacidad para llegar acuerdos, para gobernar en coalición. Con sus ventajas, con sus inconvenientes, con sus defectos y con sus virtudes pero que en caso alguno suponga una rémora sensible para el país que se trate.

Algo que el controvertido binomio PP/PSOE, tal como ha manifestado con claridad en estas elecciones el pueblo español, deberá asumir definitivamente. Ambos partidos se han ganado a pulso tal grado de desafección por parte del pueblo, que se ha traducido en el derrumbe electoral de ambos en el día de hoy, a pesar de haber conservado las dos primeras posiciones en el espectro parlamentario,  a recaudo con toda probabilidad de su extraordinario poder territorial acumulado durante décadas. El 15M, el gran triunfador de todo este proceso, despertó las conciencias de buena parte de las gentes de este país frente a un modelo legislativo, ejecutivo y judicial hecho a medida para la permanencia sine die del bipartidismo en la tutela del poder más absoluto, con todas las peores consecuencias de ello.

No digamos ya en el modelo electoral, como se ha vuelto a poner hoy mismo de manifiesto en el recuento de los votos, quedando en evidencia entre las cinco fuerzas más votadas, la extraordinaria desproporcionalidad entre el número de votos y el número de escaños conseguidos por cada una de ellas, en beneficio de las dos primeras y hasta alcanzar situaciones casi de esperpento político en el resumen de todo el proceso.

Seguirán corriendo ríos de tinta sobre todo esto en los próximos días, semanas y meses, quién sabe, si incluso con una nueva convocatoria electoral. Pero, en cualquier caso, hoy hemos vivido un auténtico triunfo de la democracia, en el que para nada habremos de rasgarnos las vestiduras, por mucho que algunos de manera interesada lo pretendan, ante un escenario tan diferente al habitual en España y donde quedan abiertas numerosas opciones.

Ahora es, en verdad, el momento de la política. Atentos.