De coaliciones y de eso de votar

La verdad que no entiendo muy bien eso de que sea un drama tener que ir otra vez a votar. Sí, que es mejor tener gobierno que no tenerlo probablemente, pero hasta ahora en los últimos 15 o 20 años y a las pruebas me remito, no se puede decir que nos haya ido muy bien con los que hemos tenido. De Aznar de entre sus logros más sonados el parir la mayor burbuja inmobiliaria de la historia europea, actuar de embajador de la tragedia iraquí y sus terribles secuelas y abonar para la justicia a buena parte de sus gabinetes.

De Zapatero el mantenerse en la cresta de la ola financiera e inmobiliaria de su predecesor hasta estallarle en las manos y solo enterarse entonces de ello y de Rajoy, fiel a su marchamo, haciendo ricos a los más ricos a costa de hacer cada vez más pobres al resto. Aunque quizá  éste acabe siendo más recordado por una de dos: bien por ser el premier más corrupto de la historia de la joven democracia española o por ser el más lelo de toda la historia de España por no darse cuenta de los decenas de millones de euros que de forma fraudulenta pasaban por delante de sus narices sin enterarse de nada. Y de Felipe González, ni les cuento, que bien nos engañó a todos cuando decía llamarse Isidoro para acabar convertido en todo un cacique de los de aquí te espero.

Por eso creo que a fuerza de ser sinceros deberíamos alegrarnos de que en un país con semejante currículum en los ministerios y donde por costumbre suele engañarse al pueblo no está nunca de más que se le llame a este a consulta de cuando en cuando, aunque de la última vez no haya pasado tanto. Que, en otros países además de reglarse por una segunda vuelta también se gastan alguna vez que otra eso que llaman referéndum, palabra que aquí después del de la OTAN, parece que quedo desterrada del diccionario.

Así andan puestos los de la caverna con eso de la pereza de ir a votar y es que claro debe ser que les molesta bastante el asunto, sobre todo a sabiendas que su clientela es más de fichar que de votar. Aunque eso no quite que los ciudadanos anden desencantados con esto de la política porque al margen de lo que no les dan, les quitan o les roban, al fin y al cabo a la mayor parte de la gente no les sigue yendo nada bien mientras que a oligarcas y plutócratas cada día les va mejor.

De una a otra vuelta, al menos, una novedad que Podemos e IU, en lo que no podía ser de otro modo y por tratarse de mera afinidad, van a cabalgar juntos en esta inacabable campaña electoral que se adueñó de este país hace tantos años ya. De sus posibilidades ya tendremos tiempo también de extendernos de manera más seria pero lo primero que se me ocurre es que ya se puede ir preparando Alberto Garzón –una vez más el político mejor valorado de España, según el CIS-, porque se le ha acabado la cancha, que no es lo mismo aspirar solo a lo testimonial que a ser un peso pesado en el sanedrín.

Vamos que al chico le va a caer de todo y de paso si se tercia a familiares, amigos y toda la gente que le rodea. Desde su paso por el instituto a ver si algún día pegó un chicle en el asiento del profe, se encaró malamente con el cura de religión o se llevó unas chuches a traición. Y por supuesto ya saben: de comunista de cojón.